"No he de callar por más que con el dedo, ya tocando la boca o ya la frente, silencio avises o amenaces miedo." Don Francisco de Quevedo.

BARRA DE BUSQUEDA

viernes, 28 de septiembre de 2012

CON MOTIVO DEL 16 DE SEPTIEMBRE: Por Agustín Cossío Dominguez.

El pasado 15 y 16 de Septiembre, el pueblo de México celebro como año con año, la gesta de Independencia. Se celebro una vez mas la mentira histórica. Es hora de poner un poco de luz ante la propaganda liberal de los masones del PRI para "justificar" la ruptura entre España y México en 1821 y 1824.

La raíz del Problema.

La realidad es que para 1800 la Nueva España era el Virreinato mas rico y poderoso de Hispanoamérica, con un PIB que permitía sostener a España y sostenerse a si misma. En 1808 Napoleón Bonaparte invade España, sus acciones fueron claras:

Marzo de 1808, destitución y abdicación del rey Carlos IV de España en favor de Fernando VII, las tropas francesas entran en Madrid.

Abril-Mayo de 1808, comienza la Guerra de Independencia de España contra Napoleón.

Julio de 1808, Fernando VII renuncia a sus derechos sobre la corona española. José Bonaparte es nombrado rey España.

Esto provoca que los hispanoamericanos se levanten también contra Francia.

Ecuador: Primer Grito de Independencia. 1809. Se crea la Junta de Gobierno Autónomo que dice: "Los leales habitantes de Quito, imitando su ejemplo y resueltos a conservar para su Rey legítimo y soberano señor (Fernando VII) esta parte de su reino"

Venezuela: Revolución de Abril. 1810. Se crea la Junta Conservadora de los Derechos de Fernando VII.

Argentina: Revolución de Mayo 1810. Los revolucionarios argentinos declararon: "En América española subsistirá el trono de los Reyes Católicos, en el caso de que sucumbiera en la península."

Colombia: La reyerta de Julio 1810 desconociendo lo firmado en Bayona y afirmando en Nueva Granada a Fernando VII como Rey de España.

México. Grito de Dolores de Septiembre 1810. Los revolucionarios declararon que era una traición contra Dios y contra el Pueblo el que los peninsulares se rindieran ante la España de Napoleón, es por eso que Don Miguel Hidalgo y Costilla grita: "¡Viva la Independencia! ¡Viva la Virgen de Guadalupe! ¡Muera el mal gobierno! ¡Viva Fernando VII!"

¿Puedes ver el patrón? Lo que se nos ha venido diciendo es una mentira, ciertamente hubo abusos desde la llegada de los Borbones al trono de España tras el fin de los Habsburgo en el trono Español, pero no esa no fue la razón de la Independencia. Lo que se hizo en Hispanoamérica no era sino continuar con la unión de cultura y Fe que nos hermanaba a todos. Pues como se dijo alguna vez: Porque España no son únicamente los Reinos de Castilla, León, Aragón, Navarra y Granada... ¡España también es América desde México hasta la Argentina y Chile!

El Septiembre Católico vs El Septiembre Mason.


Si el origen de Nuestra Independencia es contra la Masonería y Napoleón, ¿entonces de donde nace el mito antiespañol? Nace de las firmas de las mentes pérfidas de las Cortes de Cádiz en 1810 y 1812 cuando aprobaron la ley por la cual se dispuso la extinción de Provincias y Reinos diferenciados de España e Indias, en clara señal de abolición de los honrosos Pactos sellados por Carlos V en Barcelona el 14 de septiembre de 1519. Ahí nace el mito antiespañol. Ahí se rinde España. Ahí se pierde la Guerra de Independencia del 16 de Septiembre de 1810.

¿De qué lado estaba entonces la traición? ¿De los hispanoamericanos que se levantaban en armas jurando fidelidad al rey cautivo, deseando conservar sus tierras, aunque reclamando la necesaria autonomía para no ser arrastrados por la crisis peninsular, o de la casa gobernante española que pactó la rendición ante Napoleón Bonaparte y posteriormente ante la Masonería Internacional al servicio del Imperio Británico?

Nació entonces el horrible Septiembre Masón y Liberal. El mito de ese septiembre fue enraizado por la Masonería Mexicana, entre quienes destacan las voces de férreos liberales que gritaban que España era una Madre horrible. Que impuso a nuestro pueblo toda clase de “pesadas” cargas. Nace entonces consignas antiespañolas, se rompe la unión hispana en américa, y pronto nuestra naciente Nación será engullida primero por Estados Unidos y luego por la masonería en una Guerra de Reforma que destronaría a Cristo de su Trono en México. Finalmente el tirano del siglo XIX, Porfirio Díaz, matizaría la Independencia de México fundiendo su cumpleaños (15 de Septiembre) con la Independencia. Finalmente el mito supera la Verdad y el Septiembre Católico e Hispánico es olvidado y enterrado de manera cruel. Queda entonces el Septiembre Mason y Liberal, festejado en la fecha incorrecta, festejando lo que no ocurrió jamás, lo que nunca se quiso, lo que no debió pasar.

Yo festeje el 16 de Septiembre en misa de 12, ofrecía a Dios las intenciones originales de nuestra Independencia, la cual es en palabras del Dr. Antonio Caponnetto: Monárquico, hispánico, católico, militar y patricio; enemigo de Napoleón que no de España, fiel a nuestra condición de Reino de un Imperio Cristiano, en pugna contra britanos y franchutes, filosóficamente escolástico, legítima e ingenuamente leal al Rey cautivo, y germen de una autonomía, que devino forzosamente en independencia, cuando la orfandad española fue total, como total el desquicio de la casa gobernante.

Que Viva Cristo Rey.

Pax.

APUNTES EN EL CUADERNO DE BITÁCORA: Oración de Isabel La Católica...


Tengo miedo, Señor,
de tener miedo
y no saber luchar.

Tengo miedo, Señor,
de tener miedo
y poderte negar.

Yo te pido, Señor,
que en Tu grandeza
no te olvides de mí;
y me des con Tu amor
la fortaleza
para morir por Ti.

martes, 25 de septiembre de 2012

VIVIR DE LO QUE SE TIENE PARA CUIDAR EL PATRIMONIO: Por Roberto Arnaz.


Procura liquidar tus deudas y no contraer
nuevas. Los intereses bancarios son verda-
 deramente criminales. No hay una sana
proporción entre la inflación y éstos
A continuación presentamos un escrito de Roberto Arnaz que nos permitirá tomar las medidas necesarias para mantener una buena economía familiar; si bien algunos datos se refieren a la realidad española, los principios generales son los mismos para cualquier país:

Vamos a echar un vistazo a los siete errores financieros más comunes que complican la economía de muchas familias. La desidia, la falta de organización, la mala administración de los ingresos o no informarse bien, pueden hacerte perder dinero y pagar más de lo necesario. Alejarse de estas prácticas es la clave para la supervivencia económica.

Error 1: No prestar atención a los gastos frívolos.

Los expertos en economía doméstica advierten de que "las grandes fortunas se pierden de euro en euro". Esto es, los gastos habituales, realizados de manera poco razonada y en cuantías no muy elevadas, son los culpables de que no lleguemos a fin de mes.

Puede que, cuando estés levantando una taza de café o encendiendo un cigarrillo, no te parezca un gran problema, pero gastos como estos pueden suponer a lo largo del año varios miles de euros que podrían invertirse en amortizar la hipoteca o la letra del coche de manera anticipada.

Error 2: Contratar servicios (o comprar productos) que no necesitamos.

Muchas veces, al encontrar una buena oferta nos damos de alta en servicios que no usamos como deberíamos para que nos resulte rentable la inversión. Ya sea televisión de pago, una conexión más rápida a internet o suscripciones a servicios extra de telefonía móvil, contribuyen a adelgazar nuestra cuenta corriente.

Error 3: Vivir del dinero prestado.

Vive de lo que ganas y no de lo que te endeudas.
La tarjeta de crédito sólo debe emplearse para
no llevar efectivo. Su saldo total debe pagarse
mensualmente y no en parcialidades, así evitarás
pagar intereses. Calcula que esto pueda ser así.
 No enriquezcas a los bancos mientras te  
 empobreces tú. Pagar sólo el mínimo mensual,
 convierte tu crédito en un adeudo "interminable"
 y "eterno"
Tarjetas de crédito, préstamos personales o pagos financiados; estás prácticas orientadas a estimular el consumo sirven también para engordar las cajas de los bancos con intereses y comisiones. Cuando recurres a la financiación para comprar cualquier objeto, ten claro que el dinero no te lo regalan y que acabarás pagando bastante más de lo que crees. Los intereses moratorios pueden llegar hasta al 40% anual.

Además, no cancelar tarjetas de crédito inutilizadas puede convertirse en un grave problema. Algunos bancos te pueden cobrar la anualidad y, si no la pagas, esa pequeña deuda puede crecer y causarte serios estragos financieros.

Error 4: Olvidar fechas de pago.

Hay veces que no pagamos nuestros recibos o letras porque olvidamos las fechas límite de las mismas. Esto supone un retraso que en algunas ocasiones va acompañado de una multa o un suplemento. Es recomendable usar una agenda o calendario, así como las alarmas del teléfono móvil para ayudar a nuestra memoria.

Error 5: Confiar en la lotería para salir del agujero.

La lotería es la opción preferida para quienes confían en la suerte como único camino para tapar agujeros económicos. Si eres uno de ellos, considera que es posible que a lo largo de tu vida ganes, pero nunca lo suficiente. Las estadísticas demuestran que el apostante medio recupera únicamente el 50% de lo que juega a lo largo de su vida. Es decir, cualquier asesor financiero te diría que los juegos de azar son una nefasta inversión. Cuando se participa en un sorteo, las probabilidades de recuperar lo invertido son de una entre 40, mientras que la de resultar agraciado con un premio multimillonario es de una entre 175 millones. Por tanto, necesitarías hacer una media de 10.000 apuestas diarias durante 50 años para que la estadística se pusiera de tu parte.

Determina lo que necesitas comprar y
limítate a ello. No vayas "de compras" a
ver qué hay. Evita comprar ofertas en
aquello que es innecesario y superfluo.
No traigas a la mano siempre tu tarjeta de
crédito si eso constituye una tentación
Error 6: Invertir en negocios que no conoces.

Muchas personas han perdido mucho dinero por meterse en negocios que no conocen, tanto en inversión directa como a través de la bolsa. Casos como Fórum Filatélico o Gescartera nos recuerdan los riesgos de no leer la letra pequeña. Asegúrate de informarte y entender dónde se va tu dinero. En cuanto al gusto por la inversión, lo españoles dedican 3 de cada 4 euros a comprar activos inmobiliarios. Muy de lejos le siguen las cuentas de ahorro y los depósitos bancarios, con apenas 11 de cada 100 euros, o las acciones, con 7 de cada 100 euros.

Error 7: Despreciar el ahorro.

No contribuir con una cantidad mensual, por pequeña que sea, al ahorro familiar es un grave error. Si tu versión del ahorro es la que involucra únicamente el dinero que te sobra cada mes, si es que sobra algo, difícilmente te será posible lograr las reservas necesarias para lograr tus objetivos. Sobre todo los de largo plazo. Si quieres ahorrar de verdad, debes trabajar constantemente en buscar nuevas formas de rebajar tu presupuesto familiar. Si reduces tus gastos innecesarios, pronto verás cómo engorda tu cuenta corriente.

EN RESUMEN: 

El consejo fundamental es: VIVIR DE LO QUE SE TIENE Y JAMÁS VIVIR DEL CRÉDITO.

POEMA: ¡Que lástima!...


¡Qué lástima
que yo no pueda cantar a la usanza
de este tiempo lo mismo que los poetas que hoy cantan!
¡Qué lástima
que yo no pueda entonar con una voz engolada
esas brillantes romanzas
a las glorias de la patria!
¡Qué lástima
que yo no tenga una patria!
Sé que la historia es la misma, la misma siempre, que pasa
desde una tierra a otra tierra, desde una raza
a otra raza,
como pasan
esas tormentas de estío desde esta a aquella comarca.
¡Qué lástima
que yo no tenga comarca,
patria chica, tierra provinciana!
Debí nacer en la entraña
de la estepa castellana
y fui a nacer en un pueblo del que no recuerdo nada;
pasé los días azules de mi infancia en Salamanca,
y mi juventud, una juventud sombría, en la Montaña.
Después... ya no he vuelto a echar el ancla,
y ninguna de estas tierras me levanta
ni me exalta
para poder cantar siempre en la misma tonada
al mismo río que pasa
rodando las mismas aguas,
al mismo cielo, al mismo campo y en la misma casa.
¡Qué lástima
que yo no tenga una casa!
Una casa solariega y blasonada,
una casa
en que guardara,
a más de otras cosas raras,
un sillón viejo de cuero, una mesa apolillada
(que me contaran
viejas historias domésticas como a Francis Jammes y a Ayala)
y el retrato de un mi abuelo que ganara
una batalla.
¡Qué lástima
que yo no tenga un abuelo que ganara
una batalla,
retratado con una mano cruzada
en el pecho, y la otra en el puño de la espada!
Y, ¡qué lástima
que yo no tenga siquiera una espada!
Porque..., ¿Qué voy a cantar si no tengo ni una patria,
ni una tierra provinciana,
ni una casa
solariega y blasonada,
ni el retrato de un mi abuelo que ganara
una batalla,
ni un sillón viejo de cuero, ni una mesa, ni una espada?
¡Qué voy a cantar si soy un paria
que apenas tiene una capa!

Sin embargo...

en esta tierra de España
y en un pueblo de la Alcarria
hay una casa
en la que estoy de posada
y donde tengo, prestadas,
una mesa de pino y una silla de paja.
Un libro tengo también. Y todo mi ajuar se halla
en una sala
muy amplia
y muy blanca
que está en la parte más baja
y más fresca de la casa.
Tiene una luz muy clara
esta sala
tan amplia
y tan blanca...
Una luz muy clara
que entra por una ventana
que da a una calle muy ancha.
Y a la luz de esta ventana
vengo todas las mañanas.
Aquí me siento sobre mi silla de paja
y venzo las horas largas
leyendo en mi libro y viendo cómo pasa
la gente a través de la ventana.
Cosas de poca importancia
parecen un libro y el cristal de una ventana
en un pueblo de la Alcarria,
y, sin embargo, le basta
para sentir todo el ritmo de la vida a mi alma.
Que todo el ritmo del mundo por estos cristales pasa
cuando pasan
ese pastor que va detrás de las cabras
con una enorme cayada,
esa mujer agobiada
con una carga
de leña en la espalda,
esos mendigos que vienen arrastrando sus miserias, de Pastrana,
y esa niña que va a la escuela de tan mala gana.
¡Oh, esa niña! Hace un alto en mi ventana
siempre y se queda a los cristales pegada
como si fuera una estampa.
¡Qué gracia
tiene su cara
en el cristal aplastada
con la barbilla sumida y la naricilla chata!
Yo me río mucho mirándola
y la digo que es una niña muy guapa...
Ella entonces me llama
¡tonto!, y se marcha.
¡Pobre niña! Ya no pasa
por esta calle tan ancha
caminando hacia la escuela de muy mala gana,
ni se para
en mi ventana,
ni se queda a los cristales pegada
como si fuera una estampa.
Que un día se puso mala,
muy mala,
y otro día doblaron por ella a muerto las campanas.

Y en una tarde muy clara,

por esta calle tan ancha,
al través de la ventana,
vi cómo se la llevaban
en una caja
muy blanca...
En una caja
muy blanca
que tenía un cristalito en la tapa.
Por aquel cristal se la veía la cara
lo mismo que cuando estaba
pegadita al cristal de mi ventana...
Al cristal de esta ventana
que ahora me recuerda siempre el cristalito de aquella caja
tan blanca.
Todo el ritmo de la vida pasa
por el cristal de mi ventana...
¡Y la muerte también pasa!

¡Qué lástima

que no pudiendo cantar otras hazañas,
porque no tengo una patria,
ni una tierra provinciana,
ni una casa
solariega y blasonada,
ni el retrato de un mi abuelo que ganara
una batalla,
ni un sillón de viejo cuero, ni una mesa, ni una espada,
y soy un paria
que apenas tiene una capa...
venga, forzado, a cantar cosas de poca importancia!

León Felipe

POEMA: Si te encontrara algún día...



 
Si te encontrara algún día
andando los foscos caminos del destierro
que -en éste páramo yerto- a mi corazón impuso su basto desprecio,
quizá podría tirar a la vera el amargo recuerdo que -hasta hoy- no he podido;
quizá podría seguirte do quiera,
seguirte ligero,
sin fardos,
seguirte sin lastres,
seguirte sereno,
seguirte al levante con ánimo abierto,
ponerme de pie para sacudirme el légamo del abatimiento;
quizá hasta pondría bajo asedio todos mis defectos,
quizá hasta pondría bajo tu recaudo todos mis afectos
en estas álgidas noches de invierno que tanto han durado,
de enero a diciembre…
… desde hace tanto tiempo.

Pablo de María

lunes, 24 de septiembre de 2012

APUNTES EN EL CUADERNO DE BITÁCORA: Razones por las que el matrimonio conduce a la prosperidad económica.

El matrimonio es la base de nuestra civilización occidental y una parte importante de nuestra decadencia puede verse en la reingeniería social y anticristiana que el laicismo gobernante está desarrollando, facilitando toda clase de estímulos para deteriorar la institución familiar tradicional.
 
Cuando se comparan los hogares monoparentales con los hogares de familias tradicionales intactas, puede verse la diferencia, y nada menos que el New York Times, el bastión del laicismo, admitió en un artículo reciente, que las familias tradicionales tienen más prosperidad económica.
 
La definición de matrimonio ha sido considerada como un argumento religioso o legal. Sin embargo, un número creciente de economistas, periodistas e investigadores sociales están concluyendo que ser y permanecer casado es una clave para la prosperidad económica y la tranquilidad doméstica.
 
Esta realidad se convirtió en el tema de un artículo del New York Times titulado “Dos clases, divididas por el ‘Sí quiero’”.
 
Citando a un gran número de profesores seculares, liberales, el artículo llegó a la misma conclusión que los apologistas de toda la vida del matrimonio tradicional, que no sólo es bueno para el alma, sino también para la cuenta bancaria de uno.
 
Patrones de matrimonio y de parto colocan a las familias en “diferentes trayectorias”, según Mindy Scott, una demógrafa de centros de investigación Child Trends. Andrew Cherlin, un sociólogo con sede en la Universidad Johns Hopkins, dijo: “Es un privilegio los estadounidenses que se casan, y el casamiento les ayuda a mantenerse privilegiados”.
 
Una de las razones es que los hombres casados que tienen que proveer para su familia tienen un mayor incentivo para ser consciente de su vocación.
 
Los hombres casados ”disfrutan de una prima de ingreso de alrededor de 19 por ciento mayor en los Estados Unidos en comparación con sus pares acreditados de manera similar“, dijo el doctor W. Bradford Wilcox, director del National Marriage Project y profesor de sociología en la Universidad de Virginia. Ellos “trabajan unas 160 horas más en comparación con sus pares acreditados de manera similar después de de la transición hacia el matrimonio en el primer año de vida matrimonial”.
 
“Los hombres que se casan y permanecen casados tienden a ser mejores trabajadores“, dijo en una conferencia pronunciada en la Universidad de Acton, organizada por el Instituto Acton en junio. “Ellos trabajan duro, trabajan más horas, trabajan de manera más estratégica, y como consecuencia, tienden a ganar más dinero.”
 
El añadió que el matrimonio beneficia a ambos cónyuges económicamente. “Las mujeres que consiguen estar y permanecer casadas por el final de su vida tiene muchos más activos – ya sea una casa o algún tipo de cuenta de jubilación.”
 
Los padres comparten otros incentivos económicos, incluyendo la diferenciación de la mano de obra, y “son capaces de poner en común sus ingresos y se benefician de economías de escala, en parte”, dijo Wilcox.
 
Algunos partidarios del matrimonio creen que el libre mercado se basa en la fundación de un hogar estable.
 
“La familia es absolutamente necesaria para que el mercado funcione”, dijo la Dra. Jennifer Roback Morse, de El Instituto Ruth, un think tank dedicado a entender y defender la familia tradicional en todos sus aspectos.
 
Sin embargo, el artículo observaba que esta base se está desmoronando bajo el peso de las obligaciones sociales. El 41 por ciento de los nacimientos en Estados Unidos tienen lugar fuera del matrimonio. Sin embargo, estos no se distribuyen equitativamente: el 60 por ciento de las mujeres con educación secundaria o menos tienen los nacimientos ilegítimos.
 
Los nacimientos extramatrimoniales entre las mujeres blancas con alguna educación universitaria se ha triplicado desde 1990.
 
Un tercio de las mujeres con educación secundaria o menos tuvieron los niños con más de un hombre. Esta inestabilidad tiene un efecto perjudicial sobre todos en el hogar. Scott dijo: “Tener a los hombres en la casa por un corto tiempo con la función ambigua de padres puede ser muy perjudicial para los niños“.
 
Sin embargo, el sondeo, realizado por Child Trends, dice que no se encuentran mujeres solteras que terminen la universidad antes de dar a luz.
 
Los que están en el tercio superior de ingresos son más propensos a tener familias intactas. De acuerdo con Western y su colega de Harvard Tracey Shollenberger, el 88 por ciento de los niños de esa franja crecen con ambos padres.
 
Wilcox señaló en un aparte del artículo del Times que sólo dos por ciento de los niños nacidos de color blanco, con mujeres de educación universitaria nacen fuera del matrimonio.
 
La ilegitimidad “varía según la educación más que por la raza”, dijo Scott.
 
Charles Murray documenta el mismo patrón en su libro más reciente, Coming Apart: The State of White America, 1960-2010.
 
El impacto más importante de las tendencias divergentes de matrimonio no es económico, sino social y espiritual, y es visitano en los padres, sino en los hijos.
 
El Dr. Morse dijo a LifeSiteNews que las diferencias entre los padres permiten preparar a sus hijos con una mezcla de habilidades y capacidades más allá de lo disponible para cualquiera de los padres individuales. La socialización saludable también aumenta la posibilidad del niño para convertirse en un ciudadano productivo.
 
Por otro lado, los criados sin adjuntos de la familia son víctimas de patologías muy divergentes como el reclutamiento por las pandillas y el autismo institucional.
 
“Los sustitutos de la familia son caros e ineficaces, y los contribuyentes terminan pagando el precio”, dijo durante en una de sus conferencias en la Universidad de Acton. Un estudio de 2008 encontró el quiebre de la familia ha costado a los contribuyentes U$S 112 mil millones al año, el equivalente del PIB de Nueva Zelanda.
 
Las estadísticas, sin embargo, no pueden medir el costo humano.
 
La historia del Times maneja las estadísticas de dos trabajadoras de la guardería en Ann Arbor, Michigan, una casada, otro soltera.
 
La madre soltera, Jessica, quedó embarazada en su primer año en William Penn University, en Illinois. El New York Times informa, “su novio, un estudiante africano-americano de Arkansas, dijo que había que formar una familia”, pero estuvieron de acuerdo en esperar “hasta que pudieran permitirse una gran recepción y un vestido largo.” En cambio, hubo una alternancia viviendo con cada grupo de familia, trabajando hasta su desintegración. Ella tenía 25 años y tuvo tres hijos.
 
Jessica “tiene problemas para explicar, incluso a sí misma, por qué se quedó tanto tiempo con un hombre que ella dijo no ganaba mucho, la reprendía con frecuencia y no hizo la crianza de los hijos”, escribió el periodista.
 
Ahora trabaja en una guardería, ella ve a los niños de su amiga “nadando y con el karate, el béisbol y los Boy Scouts, y parece que siempre es ella o su marido, que es capaz hacerlo”, dijo. ”Eso es algo que me gustaría hacer por mis hijos. Sin embargo, número uno, eso cuesta mucho dinero y, dos, yo no tengo tiempo”.
 
Ella fue deprivada de recuperarse después de un procedimiento quirúrgico mayor. Después de tratar un cáncer de cuello de útero el año pasado, se le dijo que debería tener seis semanas de descanso, pero volvió al trabajo después de un descanso de una semana, porque no podía permitirse el lujo de renunciar a la paga.
 
Las madres solteras “no tienen respaldo”, dijo Morse a LifeSiteNews.
 
Esto lleva a los nervios deshilachados, recuerdos de culpas, y bolsillos más magros.
 
“Dos ingresos sin duda ayudarían a pagar las cuentas, pero es la crianza de los hijos también. Me gustaría poder decir: ‘Llama a tu padre.’”
 
 Fuentes: Life Site News, Signos de estos Tiempos

jueves, 20 de septiembre de 2012

LA DESESPERACIÓN PAGANA (II): Por el R.P. Leonardo Castellani.

Esa desesperación pagana hace irrupción actualmente en el mundo neopagano a través de la literatura de los países protestantes; y su siniestro glas es el toque de sálvese quien pueda para toda una civilidad descristianada.
 
Tenemos delante tres libros de vacaciones recientemente publicados en una primorosa colección llamada "La Pajarita de Papel". El director de la colección, supremo catador de elixires poéticos, ha juzgado que ellos son lo más fino y lo más "allá" que se puede brindar al público argentino, que despierta de su ensueño analfabeto para convertirse en lector ferviente. David Lawrence, Katherine Mansfield, Franz Kafka. Los tres poetas indiscutiblemente genuinos representan en tres formas distintas, bastante paralelas a las de Ovidio, Catulo y Lucrecio, un terrible testimonio de la desesperación pagana, mil veces más acre y sacrílega actualmente que en el paganismo precristiano, pues entre éstos y aquéllos ha pasado nada menos por el mundo la Esperanza hecha Carne; y, voto al cielo, no ha pasado en vano.
 
Katherine Mansfield, para empezar por la más amable del trío, es una niña neozelandesa o australiana transportada al más refinado ambiente londinense, y de cuya vida, devastada rápidamente como una flor exótica o un ave del paraíso, nos quedan unas cuantas narraciones breves, una novela, unas memorias truncas y una colección de cartas, que no son todos sino poemas autobiográficos y elegíacos de tan delicada calidad literaria y tan profunda, sutil y penetrante tristeza que la comparación con el ruiseñor de Verona es obligatoria.
 
Las novelitas de la Mansfield (traducidas las mejores por Leonor Acevedo con un resultado si traidor, admirable) son narraciones sin argumento ni materia casi, descripciones de escenas familiares y caseras hechas con una técnica impresionista y puntillista que parece que juega con líneas graciosas y colores vivos, pero que tienen una solidez y una convicción irrecusables, un soplo de realidad poética que imponen a la fe como sustancias macizas esos cuadritos hechos de aire y tules. Todo lo que se diga para caracterizar este arte entre paisaje y minuetto, de toque tan seguro y leve, es inútil: hay que leerlo. Lo que me interesa ahora es el contenido filosófico y teológico de estos cuadritos tan femíneamente frívolos. Diríase que no hay dello absolutamente nada. Y sin embargo están allí tímidamente las patéticas confesiones del inexorable amustiarse de un alma niña indefensa que las "Cartas" y el "Diario" de Catalina balbucea en forma directa pero confusa, y sus novelas en forma implícita pero lúcida, como es propio del poeta épico. Dios está allí actuando por su ausencia; y la desesperación penetra como un gas venenoso las escenas de acuarela donde toda ternura, delicia y confort que la vida puede dar juguetean; la desesperación como un rojo letrero de remate sobre un parque en primavera. No es la inquietud propiamente, sino el fatal quietismo: no es la fiebre sino la indolora gangrena, la necrosis. No es la agitación de Agustino:
 
"hicístenos, ¡Oh! Dios para Vos, inquieto está nuestro pecho hasta descansar en Vos". Es una muerta calma chicha, una inexpresable desolación sin lucha. Lo espantoso del caso es que al alma (allí llamada Beryl Fairfield o Laura Sheridan) no le falta nada: familia, amor, comodidad, diversiones, quehaceres, el arte, la natura, el cielo y el mar inmenso, fresco y sublime de La Bahía. Pero hay un malentendido íntimo e irreparable entre todas esas cosas y el íntimo del alma, tan sutil y total que no se puede expresar (y de hecho nunca está expresado) ni siquiera con un suspiro que un bostezo fuera. ¡Oh Alma! ¿Qué quieres? -No lo sé. -¿Qué te falta? -Nada. -¿Qué te duele? -Todo esto, todo esto. -¿Dónde vas? -Por ahí. -¿Eres feliz? -¿Feliz?...
 
Los tres poetas éstos fueron tuberculosos. Es decir, seres intimados temprano de la invitación al viaje, con esa desesperada ansia de felicidad del incurable, esa sensibilidad afinada del tísico y esa capacidad terrible de recepción de lo malo, feo y triste de la vida, propia del infortunado. Franz Kafka fue un pequeño judío de Praga que murió a los 45 años dejando un lote de manuscritos inéditos entre los cuales dos novelas y unos cuantos cuentos y croquis. La desesperación que en Catalina constituye el aire de la obra, sale afuera en Kafka en pesadillas de una fría y minuciosa horripilez. Todos sus cuentos son pesadillas simbólicas. "Kafka se especializó en la confección de situaciones intolerables" (Borges): intolerables, minuciosas, tranquilas, verosímiles y convincentes, o sea la definición misma del desespero. 
 
Ni un rechinar de dientes ni un grito que me venda
¿Blasfemar? ¿Para qué? ¿Para ser Tu irrisión?
Ya no hay lucha, es la calma tremenda
De la desesperación.
(Poema de los Novísimos, J. del Rey)
 
Borges dice que la interpretación teológica que se ha dado a Kafka no tiene importancia; "el pleno goce de la obra de Kafka no depende de ella". Me parece que no es admisible. Si se entiende por pleno goce la curiosidad diletante de la "literatura", entonces quizá. Pero es una actitud que no entendemos esa de ponerse a apreciar los colores (mortecinos por otra parte y opacos) de estos espirituales cadáveres; es el análisis clínico y el cuadro fisiopatológico con disección y anatomía, lo que aquí puede dar pleno goce. El cadáver para otra cosa no sirve. El pobre pulmonaria no se deshaló deshilando estos fatigosos relatos sino para aludir teológicamente: para comunicarnos que el infierno existe y que ya está en el mundo. La metamorfosis es la familia convertida en un ente infernal; la familia honesta y compuesta, no una familia desavenida, que ésa ya sabemos que es un infierno, sino una familia burguesa, respetable y normal = infierno. En la Muralla China es el Estado, y en parte también la Religión a quien se asesta el mismo trabucazo. Un artista del hambe, la Ascética y la Mística están visadas. Los otros cinco croquis, Una cruza, El Buitre, El escudo de la ciudad, Prometeo, Una confusión cotidiana, son cinco desgarradores lamentos para expresar el íntimo del alma definitivamente aridecida. "Dos obsesiones rigen la obra de Kafka -dice Borges en el breve y compacto prólogo que le dedica-, la subordinación es la primera el infinito es la segunda". ¿Y luego no hay teología en Kafka? Esas dos notas son teológicamente las que definen a la creatura como creatura: y psicológicamente definen el sentimiento de la religiosidad, que no es sino "el sentimiento de lo Infinito" (Max Müller) o "un sentimiento de dependencia" (Santo Tomás) o en suma "una sensación de dependencia infinita" (Schleiermacher). Lo malo para Kafka (y para Borges) es que en ellos esas notas definen la "religiosidad perdida", y sin embargo "exigida", o sea la "privación de la religiosidad". Privación es carencia de algo debido.
 
En Lawrence encontramos el tercer grado del desespero, la privación de la religiosidad con un sustituto grotesco y horrible, que vamos a nombrar derecho con perdón de los lectores, porque sí no, vale más no hablar de Lawrence: en vez de Dios el acto carnal, al cual se le exigen los efectos maravillosos del éxtasis de los místicos, cosa que no ha sido evidentemente inventada para eso. Es la esperanza dada vuelta al revés, la religiosidad contra natura retorcida hacia abajo, la abominación de la desolación, la quietud incestuosa del alma asentada sobre su género próximo.
 
Entregado a orgías continuas del pecado estúpido que los teólogos llaman "delectatio morosa" (poco fuerte físicamente para mucha lujuria efectiva), Lawrence fue elegido por Astaroth para dar expresión poética moderna a esa aberración que los psiquiatras llaman "sentimiento mixto", colusión barrosa de la religiosidad con el instinto sexual, de la cual están llenos los manicomios y por desgracia anda también suelta bastante. La resurrección de los nefandos "misterios" paganos de que San Agustín y Lactancio hablan con vergüenza y disimulo, la fornicación espiritualizada ("spíritus fornicatiomis") de que la Iglesia pide en las letanías mayor resguardo al cielo como del terremoto, la peste y la guerra. Lawrence se hizo tarea de su vida convertirla en una especie de religión monstruosa, afín de la teosofía y última etapa de la corrupción de la teología protestante. "La salvación del hombre y su felicidad está en el sexo, pero en el sexo exacerbado por todo lo que hay de más profundo y de más activo en el espíritu". Este es el "mensaje" de Lawrence, como lo apellida D. Guillermo de Torre, mensaje propalado con gran fuerza por un real talento de novelista; y es fácil encontrarlo sin revolver toda su repulsiva obra para el que materialmente no pueda hacerlo (como me pasa a mí, gracias a Dios) en el cuento llamado "Overtone" por ejemplo, o en la más abominable de todas sus obras, The Man who Died, novela póstuma que las resume todas, en la cual el desdichado obseso, como una especie de sello de precinto, no vaciló en ensuciar la figura del Redentor de los Hombres en una relación frenética medio simbólica, medio arqueológica, medio teosófica y medio pornográfica. A Lawrence habría que haberle dado los exorcismos.
 
No contento pues con haber hallado la receta de mezclar imágenes sutil o brutalmente impuras a todas las imágenes serenas de la vida y la naturaleza, como una especie de fumigación nefanda, Lawrence mezcló también imágenes religiosas y se atrevió con la más suprema de todas (anathema sit), teniendo como hemos dicho gran talento de imaginero, aunque malogrado, a nuestro juicio. Su obra -todas esas novelas inconclusas, esos cuentos sin desenlace, morosa y osadamente obscenos- es una especie de cuarto evangelio de la lujuria, como esas torpes y extrañas herejías que pulularon en los siglos III y IV, cuyo casi incomprensible increíble fantasma conocíamos a través de los escritos de los Santos Padres. Para su debilidad de tísico, el amor físico fue toda la vida la cosa imponente y gigantesca de que no se pudo liberar, que no pudo enseñorear, el ídolo tremante que alojó en su imaginación rumiante y desproporcionada, para adornarlo con caireles de todos colores y una desesperada "proyección al infinito", como dicen los geómetras.
 
Lo triste del caso para el mundo anglosajón es que el "testimonio" de Lawrence (el "mensaje" de Lawrence que dice Guillermo de Torre), salido del puritanismo, es decisivo contra el puritanismo. La prueba está hecha, sólo la Iglesia Católica posee la solución a lo que llaman feamente "problema sexual". Lawrence es la última descomposición del puritanismo, el purín color crema veteado de verde y café donde el Protestantismo se volvió Teosofía. El hombre del Norte, religioso y austero por temperamento climático, sobrio y duro por una temporada, da suelta al fin a la carne rebelada (¡y cómo se burlaban de la incontinencia de los Papistas esos ingleses victorianos!) pero quiere conservarla religiosa, volverla religiosa, quiere hacer con ella una religión, investir (con v corta) los más elementales impulsos animales con las luces más entrañables y sutiles del espíritu puesto a su servicio. En suma, para ese hombre normal y neto que es el latino más vicioso, todo esto es "una porquería", que se puede rechazar o consentir sabiendo empero lo que se hace; pero para este inglés sofisticado todo ello se vuelve olla podrida (entendiendo por olla el "mate" o sea la cabeza), donde a ratos y con disgusto puede asomar la cabeza, por obligación de oficio, el estudioso de teología y psicología, bañándose luego.
 
Y basta. El decorador A. Rossi ilustró La Mujer que se fue a Caballo (The Woman that rode off) con figuras futuristas desencuadernadas, en lo cual acertó. Berdiaeff designa el futurismo ("descomposición de la forma humana") como uno de los síntomas más flagrantes de esta descomposición de la época humanista que nos toca vivir, en que todo un mundo dejado de la mano de Dios da las boqueadas y se muere a las patadas por­ que le falta razón de vivir, para volver a la sabia idea de mi tío el canónigo.
 
Para dar lugar a un mundo nuevo, aunque sea bárbaro, que lleve en su seno, aunque sea oculta, la Razón suprema del vivir.
 
Tomado de: Castellani, L. Las ideas de mi tío el cura. P. 16 y ss.

LA DESESPERACIÓN PAGANA (I): Por el R.P. Leonardo Castellani.

Mi tío el cura solía decir que cuando algo muere es porque se le ha acabado la razón de vivir. Goethe decía que morimos cuando se nos agota la voluntad de vivir. Esto no parece concordar mucho con esos viejitos que no quisieran morirse por nada y mueren igual; así como lo primero no casa con los jóvenes que mueren malogrados. Pero Goethe entendía por voluntad el conjunto de todas las fuerzas biológicas positivas (incluso la voluntad consciente o "albedrío"), que resisten en nosotros el asedio de la descomposición. Un burlón de oficio supo decir que en tal caso Goethe venía a decir en puridad que morimos cuando se nos acaba la vida, cosa que ya Perogrullo había descubierto y patentado. Así es. Pero cumple advertir aquí que, talmente como toda la ciencia matemática se resuelve en última instancia en la ecuación A=A, así toda ciencia filosófica llevada a su culmen consiste en contemplar el inmenso mundo de ecuaciones extrañas y evidentes contenidas en cada una de las 33 Verdades de Pero­ grullo, empezando por ésta: "El Ser es".

Cuando un hombre acaba su vida por mano propia, es porque no encuentra más motivo para el esfuerzo de vivir. No son situaciones de padecimiento intolerable las que dan los suicidios; o mejor dicho, lo que hace intolerable un padecimiento no es sino una convicción, o bien una falta de convicción racional. Ningún padecimiento hay intolerable cuando el padeciente cree firme que un día acabará el sufrir y que todo va a acabar en bien. La cualidad de infinito comunicada al dolor proviene de una disposición de ánimo llamada desesperación, que es un pecado gravísimo contra la segunda de las virtudes teologales; y esa desesperación es la raíz del suicidio [Hablamos del suicidio completamente "deliberado" (consciente y voluntario) que de hecho creemos no se da siempre, ni quizá muchas veces. El suicidio de Kiriloff en Dostoievsky.]

Hillaire Belloc ha dado en el blanco cuando, elevándose por encima de las vacuas y miopes consideraciones de Gibbon, ha apuntado como causa profunda del "Ocaso y Caída del Imperio Romano" esa nota psicológica de la desesperación, que empezando por dominar los espíritus más videntes o más sensitivos acaba por teñir a través de la literatura y las costumbres a toda una masa humana, haciéndola no sólo impotente al esfuerzo vital, mas aun poseída de una sorda sed de destrucción. Gibbon, el "erudito vocinglero" como lo calificó Napoleón, escribió su vasta y minuciosa historia a para explicar la veloz disolución después de Augusto de aquel inmenso y pujante organismo aparentemente eterno y la no menos estupefaciente propagación fulmínea del cristianismo sobre sus ruinas. En sus famosos capítulos XV y XVI del libro primero, con aquel sistema hipócrita y pérfido de acariciar para matar, que Renán había de llevar a la perfección, el erudito inglés recoge la vieja acusación de Celso y Juliano contra los cristianos como destructores del sistema político-cultural de la antigüedad y propone como explicación de la enérgica vigencia de la Iglesia las siguientes causas:

1) El celo exclusivista heredado de la Sinagoga por los cristianos.
2) La convicción de un inmediato fin del mundo.
3) La pretensión de los milagros.
4) La práctica de una conducta rigurosa.
5) La hábil constitución política de la primitiva Iglesia y la ambición política de sus primeros jefes.

Gibbon llama con hipocresía a estos factores "causas segundas"; pero su intención real es explicar con ellos totalmente el hecho histórico-teológico de la Iglesia y cerrar el camino a toda explicación de orden superior.

Este intento racionalista de explicación es endeble aun históricamente hasta clamar él mismo por explicación: y sus cinco presuntas "causas" demandan para tenerse en pie una primera causa psicológica, dejando aparte una primera causa teológica.

Esta causa psicológica es la DESESPERACION -hecho de la historia antigua enorme y poco visto, quizá de puro enorme-, la cual justifica a la vez los dos fenómenos paralelos o recíprocos del derrumbe del Imperio y el universal confusión a la nueva fe religiosa, o digamos a la única fe religiosa ". El hombre, misterioso animal de tres patas del enigma de la Esfinge, no puede caminar sin "afirmarse", es decir, sin apoyarse en algo. Desesperación es el sentimiento profundo de que todo esto no vale nada y el vivir no paga el gasto y es un definitivo engaño; y este sentimiento es fatalmente consecuente a la convicción de que no hay otra vida. De la religión romana se había retirado entera­ mente la fe cuando Virgilio la hubo transformado en una cantera de grandes símbolos nacionales (modernismo teológico) y Ovidio la estaba haciendo escenografía y vestuario de teatro erudito, material literario de Las Metamorfosis. Inmediatamente aparecen los poetas de la desesperanza, a saber: el mismo Ovidio (Tristium), Catulo y Lucrecio; y las masas romanas oyen resonar el siniestro grito de sus corazones en las lúgubres y netas Habas que establecen un dogma infernal en el medio de un delicado madrigal anacreóntico, el Poema de los besos de Catulo:

Vivamus, mea Lesbia, atque amenus...
Soles occidere et redire possunt;
Nobis cum semel occidit brevis lux,
Nox est perpetua una dormienda. 

[Vivamos, Lesbia mía, ¡amémonos!...
Los soles seguirán muriendo y volviendo a nacer;
Pero, una vez que nuestra breve luz se apague,
Sólo nos quedará una noche eterna
Que habremos de dormir.]


Tomado de: Castellani, L. Las ideas de mi tío el cura. P. 16 y ss.