"No he de callar por más que con el dedo, ya tocando la boca o ya la frente, silencio avises o amenaces miedo." Don Francisco de Quevedo.

BARRA DE BUSQUEDA

miércoles, 29 de mayo de 2013

APUNTES EN EL CUADERNO DE BITÁCORA: Don Camilo y la "democratización" de la justicia...

Don Camilo contó esta fabulita:

–Un lobo feroz recorriendo hambriento los campos, llegó a un prado cercado por una valla altísima de red metálica. Y, dentro del recinto, pacían tranquilas las ovejitas.

El lobo recorrió todo el cercado para descubrir alguna malla que por casualidad se hubiera aflojado en la red, pero no encontró ningún agujero. Cavó con las patas para intentar hacer un hoyo en la tierra y pasar bajo la red, pero todo esfuerzo fue vano. Probó saltar la red, pero no conseguía llegar siquiera a mitad de ella. Entonces se presentó en la puerta del recinto y gritó: "¡Paz! ¡Paz! ¡Todos somos criaturas de Dios y debemos vivir según las leyes de Dios!" Las ovejitas se acercaron, y entonces el lobo dijo con voz inspirada: "¡Viva la legalidad! ¡Acabe de una vez el reinado de la violencia! ¡Hagamos una tregua!"

"¡Bien!" contestaron las ovejitas. "¡Hagamos una tregua!" Y volvieron tranquilamente a comer el pastito.

El lobo se acostó delante de la puerta del recinto, muy buenito y allí se quedó entreteniéndose en cantar alegremente. De vez en cuando se alzaba e iba a comer el pasto que estaba al pie de la red metálica.

"¡Uh, mira qué cosa!", dijeron asombradas las ovejas. "¡También él come el pasto como nosotros! Nunca nos habían dicho que los lobos comen pasto".

"¡Yo no soy un lobo!", contestó el lobo. "Yo soy una oveja como ustedes. Una oveja de otra raza". Luego explicó que las ovejas de todas las razas debieran unirse, hacer causa común.

"¿Por qué?", dijo al fin. "¿Por qué no fundamos un Frente Ovino Democrático? Yo acepto con gusto, y aunque la idea no es mía, no pretendo ningún puesto de mando. Es hora de unirse para hacer causa común contra el común enemigo que nos esquila, nos roba la leche y después nos manda al matadero". "¡Qué bien habla!", observaron algunas ovejas. "¡Hay que hacer causa común!"

Y adhirieron al Frente Ovino Democrático, y un buen día abrieron la puerta al lobo, que entró en el cercado, y vuéltose jefe del pequeño rebaño, empezó, en nombre de la Idea, la depuración de todas las ovejas antidemocráticas, y las primeras que cayeron bajo sus colmillos fueron naturalmente las que le habían abierto la puerta. Al fin la obra de depuración concluyó, y cuando no quedó ni una oveja, el lobo exclamó triunfalmente: "¡Mirad por fin a todo el pueblo unido y acorde! ¡Vamos a democratizar otro rebaño!"

Guareschi, Giovanni. "La vuelta de don Camilo" (La penitencia). P. 25/26. Kraft. Buenos Aires, 1955. Visto en Almena Blog, 01-05-2013.

martes, 28 de mayo de 2013

EL HUMOR Y SU FUENTE: Por Carlos Pérez Agüero.

Alguien me dijo: -”Vos tenés que escribir cosas de humor” - después de leer un pequeño escrito mío hecho con ese espíritu. Pero es difícil escribir algo de humor desde Buenos Aires, la ciudad del tango triste y amargo. Fruto de una visión sensiblera y superficial de la vida. Fruto de una mentalidad resentida por la ignorancia de lo verdadero y por la inmadurez del alma. Estamos hoy, además, asediados por el rock, esa bestia que no solo desconoce lo que es la alegría, la verdadera alegría, la cual debiera ser la manifestación normal y natural de la gente joven, sin embargo esta “música” odia la vida misma y ama la muerte. Ama el suicidio. Su música, la del rock, suena como los gritos de los condenados en el infierno. No es una buena música. No hace bien. No puede hacer bien. Al menos no está creada para hacer algún bien. A no ser que sea considerado un bien el rebelarse contra la existencia y contra todo. A no ser que se considere un bien instalar el infierno aquí mismo. Sus “conciertos” son un aquelarre. Una noche de brujas. Un ritual satánico. Allí no hay ni alegría, ni buen humor. Sino un ambiente irrespirable de humo, llamas de bengalas, oscuridad, aturdimiento, gritos rabiosos, confusión, aullidos desesperados, imágenes infernales y desasosiego. Esto no puede nunca engendrar alegría de la vida, sino una acedia ante la vida.

Si, parece haber muerto definitivamente el humor en Buenos Aires - me refiero al buen humor. Porque yo vivo aquí, me crié aquí, en esta ciudad, y lo sé. Aunque me atrevería a decir que parece haber muerto el buen humor no solo en Buenos Aires, sino en todo el mundo (pues también nací y me crié en este mundo). Y, me refiero al buen humor. Tal vez se deba esto a que el mundo está enfermo, muy enfermo. Pues el humor, el buen humor, es como un síntoma de salud, de buena salud. De buena salud del espíritu. De buena salud del alma. De buena salud de la mente. El buen humor nace de un equilibrio interior, en donde las pasiones no luchan entre sí, sino que conviven en armonía. Están contenidas. No destruidas. Las pasiones conservan todas sus fuerzas pero están ubicadas cada una en su sitio (aunque, a veces, alguna de ellas, reclame una supremacía indebida sobre las otras). De allí viene el término: “estar contento”. Estar contento significa estar contenido, es decir, dueño de sí mismo. A un río al que le quitaran de pronto las paredes de su cauce que le contiene, perdería no solo la fuerza de su caudal sino que dejaría de ser río, perdería su ser, desaparecería con la dispersión de sus aguas. Sería absorbido por la tierra. Estar contenido. No arrastrado por los vientos, vengan estos desde afuera o desde adentro. Es el señorío sobre sí mismo. Es la alegría de la victoria en el interior nuestro, desbordando luego, generosamente, en el buen humor. El buen humor no significa carcajadas ni ruido exterior. Es una alegría en paz. Es una alegría serena producida por la paz interior. Jamás es ruido que aturde. En cambio, la mala salud, que es una ruptura del equilibrio homeostático, como dicen los homeópatas, se manifiesta en el síntoma de la tristeza y del mal humor, o en un humor resentido y amargo. La mala salud es la manifestación de algo que se ha roto adentro. El buen humor es como una manifestación de la alegría interior producida por una plenitud del ser. El desborde de una abundancia de vida interior. El desborde de una riqueza interior.

El buen humor cuando se muestra se dirige al intelecto. El buen humor no es “lo cómico”. Lo cómico se dirige más bien a los sentidos. Es más exterior. Por eso produce manifestaciones más ruidosas, como la carcajada. El buen humor es más interior, va al goce de la inteligencia. Puede producir una sonrisa, nunca una carcajada. Y estamos siempre refiriéndonos al buen humor. No al humor “ácido o corrosivo” de nuestros días, tan elogiado como una gran manifestación “intelectual” cuando no es más que el producto del resentimiento y del odio más carnal y material. Y, lo intelectual, no reside allí, sino en el espíritu. Es cierto y está bien aplicarle el calificativo de “corrosivo” porque su “misión” consiste en corroer, en destruir a modo de un ácido. E intenta destruir, generalmente, lo que él mismo considera como “malo” por oposición a sus propios gustos o intereses (porque no existen solo intereses económicos) también existen intereses morales o, mejor dicho, inmorales. Son aquellos intereses adulantes de nuestras pasiones, de nuestras malas inclinaciones, de nuestras debilidades, de nuestras secretas envidias, de nuestro orgullo y amor propio. Ocultos, muchas veces, bajo apariencias de justicia, de altruismo, de filantropía, y todo ello, ni siquiera es el verdadero objeto de su afán destructivo y corrosivo, sino el de favorecer alguna pasión propia, algún “pecadito” favorito. Muchas veces, como dijimos, este “humor corrosivo y disolvente” sirve a modo de encubrimiento de sus verdaderos deseos: la liberación de las propias pasiones y, especialmente, del egoísmo y el orgullo. El humor corrosivo y amargo no brota de una rica plenitud y alegría interior, ni tampoco es el producto de un gozo y plenitud interior, tal como el del buen humor. Este humor es incapaz de generar una sonrisa, a lo sumo engendra una mueca de dientes apretados antes que una sonrisa. El buen humor es como la buena música que armoniza con los misteriosos y profundos acordes de nuestra alma. El buen humor nos hace exclamar: “¡Qué bueno que está esto!”. El humor corrosivo, en cambio, dice: “Realmente esto debe ser pisoteado, destruido”. El humor ácido nace de un desencanto de la vida. No cree que nada pueda ser bueno. Que nada merezca existir. Elogia el poder del mal como el único real y digno de tener en cuenta en este mundo. Y lo elogia burlándose de lo realmente bueno porque no lo comprende y, lo que es peor, no quiere comprenderlo. Envidia lo bueno como una quimera inalcanzable. Como una ilusión. Se burla de él. Y la burla tiene algo de satánico. No nace de un buen espíritu. Es el “humor” del desesperado. Del que ha perdido ya toda esperanza y se refugia en el odio. Como es incapaz de amar, opta por el odio. Como si éste fuera un valor real. El odio no tiene esencia propia. Su designio es destruir lo que está construido. Su afán es destruir el ser. Ama el no ser. Ama la nada. Es diabólico. No cabe en su cabeza desquiciada el: “Y vio Dios que era bueno”, de su acto creador. Se elogia hoy en día al llamado “transgresor”, pero su oficio es solo destruir lo ya hecho. El elogiado “transgresor” - elogiado por su fácil y aparente valentía (aunque no es valentía alguna saberse apoyado por “todo el mundo” y sostenido por poderosos interesados). El transgresor no es un creador. Eso significaría un esfuerzo que es incapaz de hacer, es simplemente un destructor. Destruir es siempre más fácil que crear. Su oficio es destruir lo que otros construyeron. Él no construye nada. No hace nada positivo. No crea nada. Si, por ejemplo, no existieran leyes, ¿Qué podría él transgredir? Si no existieran cosas construidas por otros que las crearon con esfuerzo ¿De qué viviría? ¿Cómo sería posible su propia existencia?

El buen humor no es tal porque es iluso o porque no ve la realidad. El buen humor no cree en “la ilusión”. Se goza con y en la realidad porque la ve desde su óptica divina. El único buen humor es sólido porque vive de lo real. Comprende, en cuánto está a su alcance, el fin o el destino de los seres y de las cosas. Por eso mismo da gracias. Por eso puede alegrarse realmente y estar de buen humor, aún en medio de la lucha y de los reales sufrimientos de esta vida. No niega la “existencia” del mal en el mundo, pero tampoco niega el bien. El bien verdadero sobrepasa en calidad a la abundancia o cantidad de mal. Y no solo lo compensa sino que lo vence en el fondo… en el fondo y en el jardín, por decir así. En lo interior y en lo exterior. Y una de sus manifestaciones es precisamente el buen humor. A pesar de las llamativas y aparentes victorias del mal. A pesar del mal que existe como una carencia de ser en las cosas, sabe su sentido, sabe el “por qué”. Por eso puede seguir teniendo “buen humor”. No se trata de una autosugestión, ni tampoco de una ilusión inventada para poder soportar esta vida o darle un sentido. Por supuesto que la vida y todas las cosas en que nos movemos y existimos tienen un sentido, tienen un “por qué”, pero no podemos reemplazar ese “por qué” con cualquiera otro “por qué” inventado por nuestro pobre y limitado ingenio humano. Solo puede bastarnos aquel que es el verdadero y real. Toda la creación es una sobreabundancia de la riqueza divina y del amor divino que busca darse. La Creación está coronada, a modo de estribillo, en cada una de sus etapas, con esta expresión gozosa que nos reveló el mismo Creador: “Y vio Dios que era bueno”. Tenemos inevitablemente que meternos en el terreno teológico. No hay otro lugar adónde ir a buscar respuestas sobre qué significa “todo esto”. No lo hay ahora, ni lo hubo antes, ni lo habrá después. Buscando solo sobre la superficie del mar nunca conoceremos la profundidad del mar, qué cosa se esconde en sus profundidades. No esperemos respuestas de las solas ciencias que navegan solo sobre la superficie de las cosas ignorando su invisible, profundo y verdadero fundamento de ellas, que está en la mente creadora de Dios, sobrepasando infinitamente la inteligencia humana. Él les dio un sentido y un por qué a todas y a cada una de las cosas. Nada existe de por sí, ni porque si. Es una ilusión pensar que el hombre con solo la técnica experimental pueda llegar a conocer aquello que está infinitamente fuera de su campo. Buscar en las causas materiales lo que tiene su origen fuera de ellas es una empresa inútil. Los “hallazgos” de las ciencias experimentales solo han servido para confirmar su inutilidad con respecto a las causas más profundas de su existencia y el misterio insondable de la inteligencia que tan sabiamente las produjo. Pero, claro, qué bueno sería si realmente nada existiera fuera de nosotros, esto nos convertiría ipso facto en dioses, es decir, en dueños supremos de nuestro destino. Nosotros mismos decidiríamos cuál sería nuestro destino. Nos inventaríamos uno y podríamos decidirlo de acuerdo a nuestro gusto. En realidad al gusto de cada uno. Así que habría tantas respuestas sobre este enigma de la existencia y destino de las cosas como hombres en el mundo. Tantas teorías como los antojos de cada uno. Pero los hombres somos seres sociales. Cada uno de nosotros necesita de todos los otros. Hemos sido hechos así. Hemos sido creados así. Pero vivir en sociedad sería imposible entre seres que se condujeran cada uno solo según sus antojos y caprichos. ¿Qué sería entonces “lo bueno” y qué “lo malo”? Cosas innumerablemente distintas para unos y para otros según su egoísmo. Pero ¿Quién puede decir qué es bueno y qué malo para la naturaleza del hombre sino aquél que lo creó con un fin determinado dentro de toda la creación? Ningún hombre, por el solo hecho de serlo, posee de por sí la autoridad para decidirlo. Porque el hombre es solo una criatura. Solo un ser creado. Pequeño e insignificante ante el todo. Absolutamente prescindible por sí mismo. Terrible humillación para el orgullo de muchos. “El principio de la sabiduría está en el temor de Dios” dice la Escritura Sagrada. Reconocer en un acto de humildad esta verdad básica para todo hombre, paradójicamente, es un principio de real liberación. Es el inicio del camino hacia la luz y hacia la verdadera liberación. Porque es el inicio del camino hacia nuestro verdadero destino que está más allá de lo que podemos imaginar. Allí hallaremos por fin la comprensión del por qué nos puso Dios aquí. No son un capricho divino, por ejemplo, los mandamientos que Él nos reveló. Responden a las reales necesidades de nuestra naturaleza creada de seres individuales y sociales y dependientes. Los mandamientos de la ley de Dios completan y enriquecen nuestro ser. Le mantienen en el recto camino de su realización, individual y colectiva. El comenzar a vivir esto es comenzar a entenderlo todo. Eso produce en nosotros la paz y la alegría interior. Esto produce también el buen humor (hablando solo desde un punto de vista puramente humano) porque “los frutos del Espíritu son gozo y paz”, dice San Pablo. Y también el buen humor tiene que ver con ello, a modo de un estado no solo espiritual sino también psíquico. Pero en sus honduras rastreamos algo mucho más profundo y elevado que es la vida del espíritu en comunión con Dios. No podremos, sin Dios, ni siquiera tener buen humor. El mal humor es una rebeldía hacia Dios y toda la creación, en cierto sentido. El llamado humor ácido es en general una expresión de este estado de espíritu. Usando de este humor se busca corroer y destruir todo lo que queda de las instituciones tradicionales, nacidas de una cosmovisión de la vida. Rechazarlas solo logra el suicidio de la sociedad. ¿Es más feliz la sociedad por este camino? Solo basta mirar alrededor. Las manifestaciones artísticas - verdadero testigo y manifestador del espíritu que alienta en una sociedad - han caído en lo bajo, lo vulgar, lo cruel, lo deshonesto, lo impúdico, lo superficial, lo estúpido, la desesperación, el nihilismo, el odio hacia lo bueno y santo, la burla de lo sacro, lo diabólico y, desde allí, nos auguran un negro y amenazante futuro, dominado por la frialdad de la máquina y la tecnología. Un futuro inhumano. No hecho para el hombre. Un mundo sin buen humor. Con estúpidas distracciones “para pasar el tiempo”, para tapar ese vacío de cálida humanidad. Un mundo futuro no hecho para seres de carne y espíritu sino para máquinas, u hombres máquinas: para robots. Los esclavos en la antigüedad aún podían rebelarse como seres humanos que eran, pero los hombres-robots no se rebelarán. Han perdido partes esenciales de su humanidad. Mejor dicho, han sepultado su verdadera humanidad debajo de toneladas de tornillos y de acero, conformados y estructurados por las frías ideologías racionalistas y ateas. No podrán rebelarse a esto. La única cosa que hace posible la libertad es el conocimiento de la Verdad y la Verdad solo se revela o desvela al espíritu, no a la carne y, menos a un robot, a un hombre programado para obedecer a sus amos tecnocráticos. Un robot jamás podrá tener ni siquiera buen humor.

El humor y la caridad

Podríamos decir que el humor, el buen humor, es también una de las manifestaciones de la caridad, de la generosidad y de la magnanimidad del corazón. La caridad es como la amalgama de la sociedad y, el buen humor es como una de las facetas visibles de la caridad. El buen humor une, atempera la ira y busca siempre alguna “excusa” para justificar, de algún modo, al que le ha ofendido, o creemos que lo ha hecho. Enancha el corazón. El buen humor puede ser también una característica de la humildad. Reírse de sí mismo es bueno, en la medida en que es verdadero, es decir en la medida en que parte de un conocimiento real y más profundo de sí mismo, de nuestra nada, es una gracia especialísima de Dios. Ello nos enseña ciertamente a tener paciencia con nosotros mismos y nos impide, de algún modo, de caer en la desesperanza o desesperación, que es una falta de fe en la misericordia divina y en su siempre positivo auxilio. Es una gracia de Dios muy grande vernos, aunque sea un poco, en nuestra real dimensión, en nuestra real pequeñez. Nos acercamos así más a Cristo. Y Cristo mismo tuvo hacia nosotros un santísimo y especialísimo buen humor. Un humor cargado de misericordia y amor hacia nosotros, sus pequeños – como nos llamó muchas veces.

No hay mención, en los Santos Evangelios, de que Cristo haya reído. Sin embargo mucho de sus consejos no pudieron proferirse sin una sonrisa. Y esto no hacía falta de ser mencionado siquiera. Y menos en la sobriedad y en lo escueto de los Evangelios. Está muy bien, por ejemplo, en esa obra de arte que es la película de Mel Gibson, La Pasión de Cristo, cuando, en uno de sus “flash back”, nos muestra a Nuestro Señor en su sermón de la Montaña diciendo:“Porque si amáis solo a los que os aman ¿qué hacéis de más?” remarcando este “¿qué hacéis de más?” con una sonrisa y un gesto amable. “Amable” de, dado con caridad, con amor.

El buen humor es signo de un buen espíritu. Y buen espíritu quiere decir tener en cuenta al prójimo como a quién siempre que hay darle un bien. Sea éste material o espiritual, o aún meramente psicológico, “hacerlo sentir bien”. Antes solía decirse de una persona, a modo de elogio, que era alguien “muy atento”. Significábase con ello que se trataba de alguien preocupado justamente de hacer sentir bien a los demás atendiendo a sus necesidades del momento. Recuerdo a san Pablo cuando decía “me hago todo con todos, para salvarlos a todos”, significando el mayor bien que se le puede ofrecer a alguien: el conocimiento de la Verdad y, con ello, la Salvación eterna. Y nuestro Señor nos enseñó a ver en el prójimo, a Él mismo: “Cuando disteis un vaso de agua a quien os lo pidió, conmigo lo hiciste”.Sería como carente de “algo” (algo inasible tal vez, pero, sin embargo, sentido) si no se hiciera esta acción de dar el vaso de agua, con un gesto buen humor, de buena voluntad, con un gesto amable, con un gesto de caridad y nobleza de corazón.

Hay la anécdota de un santo, Santo Tomás Moro, quien no quiso hacer sentir mal ni siquiera al verdugo que, en instantes, le cortaría la cabeza. Le dijo, entregándole una moneda, (creo que esto de la moneda era uso común en estos casos, en aquellos tiempos) diciéndole: “No temas hacer tu trabajo que, de un solo golpe, me mandas a Dios”. Sus envidiosos y malhumorados (el mal humor suele engendrarse en un mal interior, como dijimos más arriba). Sus malhumorados enemigos, al escucharle, le espetaron: “¿Cómo estáis tan seguro de que Dios te recibirá?” Calificando así a Tomás de presuntuoso. A lo cual Tomás respondió, seguramente inspirado por el Espíritu Santo: “Dios no puede rechazar a quien con tanto amor va hacia Él.” Santo Tomás Moro dijo esto seguramente con la sencillez de su buen humor. Pues éste es, justamente, no solo el santo del buen humor sino quien compuso hasta una oración pidiendo este don a Dios, el don del buen humor.

Cerraremos estas pequeñas reflexiones con la oración de este gran Santo inglés:

Concédeme, Señor, una buena digestión,
y también algo que digerir.

Concédeme la salud del cuerpo,
con el buen humor necesario para mantenerla.

Dame, Señor, un alma santa que sepa aprovechar
lo que es bueno y puro, para que no se asuste ante
el pecado, sino que encuentre el modo de poner
las cosas de nuevo en orden.

Concédeme un alma que no conozca el aburrimiento,
las murmuraciones, los suspiros y los lamentos y no
permitas que sufra excesivamente por ese ser tan
dominante que se llama: YO.

Dame, Señor, el sentido del humor.
Concédeme la gracia de comprender las bromas,
para que conozca en la vida un poco de alegría y
pueda comunicársela a los demás.

Así sea.

miércoles, 15 de mayo de 2013

APUNTES EN EL CUADERNO DE BITÁCORA: Los Rothschild...

Guy Édouard Alphonse Paul de Rothschild (en la foto) falleció en junio de 2007. A finales de los años 90 los patriarcas del imperio Rothschild eran los barones Guy y Elie de Rothschild en Francia y lord Jacob Rothschild y sir Evelyn de Rothschild en Gran Bretaña. 

En su discurso ante el Senado de los Estados Unidos, el 17 de enero de 1950, el banquero James P. Warburg, íntimamente ligado a la casa Rothschild, dijo: “Tendremos un gobierno mundial, guste o no guste. Sólo falta saber si llegaremos a esto imponiéndolo por la fuerza, o si la humanidad se someterá de buen grado”. 

Como los Rothschild, con los que colaboró estrechamente, o los Rockefeller y los Morgan, con los que también se asoció, Warburg pertenecía a esa elite oligárquica que cree que el mundo les pertenece. ¿Cómo si no se atrevería a pronunciar tales palabras? 

Estas sagas de banqueros internacionales controlan desde la sombra todos los resortes del poder, mueven los hilos, quitan y ponen príncipes y reyes, emperadores, presidentes, gobernadores, papas, obispos y monaguillos. Controlan los gobiernos, los ejércitos y la opinión pública a través de los grandes medios de comunicación. Controlan la ciencia y la tecnología, la educación, la religión y, sobre todo, las altas finanzas. 

En 1913, todas estas familias se coaligaron para fundar la Reserva Federal de los Estados Unidos, donde se esconde el Santo Grial del capitalismo, la máquina de hacer billetes de curso legal. “Una vez que el gobierno está en deuda con los banqueros, está a su merced”, escribe Gary Allen en su libro “Nadie se atreve a llamarlo conspiración”. 

El 26 de septiembre de 1921 el diario británico Financial Times hacía una sobrecogedora advertencia: “media docena de hombres al frente de los cinco grandes Bancos pueden echar abajo todo el montaje de las finanzas gubernamentales si deciden no renovar la financiación de los bonos del Tesoro y los títulos de la deuda”. Naturalmente, se refería a las familias que se coaligaron para fundar la Reserva Federal. 

En 1929, estas mismas familias fabricaron la mayor burbuja bursátil de la historia y provocaron el crash de la Bolsa de Nueva York que precedió a la Gran Depresión, lo que les permitiría fundar, un año más tarde, el Banco de Pagos Internacionales (BIS), el Banco Central de los Bancos Centrales, con sede en Basilea, Suiza. Unas semanas antes del desplome, el 9 de marzo de 1929, Paul Warburg, primer presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, anunció: “Si se permite especular sin poner límites, el desmoronamiento total será inevitable”. 

Tras el hundimiento de la Bolsa de Nueva York y en medio de la desesperación general, todas estas familias de banqueros consolidaron su poder comprando, por debajo de su precio real, edificios, terrenos y sociedades. ¿Acaso no ocurre ahora lo mismo, tras el colapso financiero de 2008? El objetivo era, y sigue siendo, establecer un Gobierno Mundial de las élites plutocráticas, la diferencia es que ahora están en la fase final y podrían lograrlo.

APUNTES EN EL CUADERNO DE BITÁCORA: El arrianismo en el arte moderno...

"Dios invitando a Cristo a sentarse en el trono a su diestra"
Un lector envió, amablemente, una obra de Pieter De Grebber llamada "Dios invitando a Cristo a sentarse en el trono a su diestra". La obra está circulando mucho y no deja de ser llamativa. En ella, Dios Padre, presentado como un anciano, coronado con la tiara papal señala con su mano un asiento a su derecha invitando a Nuestro Señor, quien delante de Él, aparece con los signos de la Pasión, es decir, desnudo, tocado con la capa que le pusieron los soldados romanos, y las manos horadadas por los clavos de la cruz. Cristo, de rodillas mira al Padre. El Espíritu Santo está representado como una borrosa paloma en la parte superior del cuadro.

El autor era un pintor católico en la Holanda protestante, que se destacó por pintar retablos en las iglesias católicas clandestinas, murió piadosamente y dejó tras de si una importante escuela. El trabajo titulado "Dios invitando a Cristo a sentarse en el trono a su diestra" es de 1645.

La pintura, llama la atención por su rechazo a la Cristología católica y es una muestra de los errores del "arte moderno", es decir, de aquel que rechaza la tradición cristiana medieval  centrada en la patrística, para sumergirse en lo que Aristóteles llamó μίμησις (mímesis), es decir, la imitación de la naturaleza como el fin esencial del Arte.

Esta tendencia mimética se hizo una constante que terminó desplazando la iconografía tradicional en occidente, lanzando su grito de guerra en el Renacimiento, prevaleciendo en el Barroco y llegando al patetismo del Rococó y, posteriormente, a las formas modernas "artísticas" que, desde comienzo del Siglo XX, la Iglesia permitió que fueran introducidas en el Culto Divino, aún cuando hubo Magisterio en contra.

Si el modernismo se filtró teológicamente, la μίμησις, que desembocará en el expresionismo, horadó el arte sagrado, haciéndolo humano, despojándolo poco a poco del simbolismo, remplazando las formas tradicionales heredadas de los Padres y canonizando así la invención del artista, lo natural, lo creado, por encima del Creador.

Quien contemple la imagen contemplará la separación de Dios y la confusión de las personas. En efecto, el título no es "El Padre invitando a Cristo a sentarse en el trono a su diestra" sino "Dios invitando a Cristo a sentarse en el trono a su diestra" y nos preguntamos: ¿acaso Jesucristo, el λóγος (Logos), el Verbo Encarnado, no es Dios? La pintura lo niega y, al negarlo, está haciendo abstracción de la Fe Trinitaria Teándrica y promoviendo una piedad que no es católica, es decir, Trinitaria-Teándrica, sino un pietismo falso, arriano. El Credo de San Atanasio, conocido también como Quicumque, para enfatizar que "todo aquel que quiera salvarse" debe mantener la Fe Verdadera expresada en el Credo, deja en claro:

"Porque una es la persona del Padre y el Hijo y otra la del Espíritu Santo; pero el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo tienen una sola divinidad, gloria igual y coeterna majestad [...] Así Dios es el Padre, Dios es el Hijo, Dios es el Espíritu Santo; y, sin embargo, no son tres dioses, sino un solo Dios; Así, Señores el Padre, Señor es el Hijo, Señor el Espíritu Santo; y, sin embargo, no son tres Señores, sino un solo Señor; porque así como por la cristiana verdad somos compelidos a confesar como Dios y Señor a cada persona en particular; así la religión católica nos prohíbe decir tres dioses y señores."

La pintura niega esto y, por el contrario, afirma la herejía arriana de que el Hijo es inferior al Padre, no compartiendo ni la misma naturaleza ni la misma majestad.

El arte del renacimiento al retomar el ideal grecorromano (y el barroco, como continuador y perfeccionador de aquel) toma también su decadencia. El arte cristiano no se basa en la μίμησις (mimesis), sino en el ícono, algo completamente diferente. La Virgen María representada en el icono se remonta a San Lucas y los ángeles, mientras que cualesquier Madonna tiene la forma, el rostro y la fugara de alguna modelo. Los Padres del II Concilio de Nicea comprendieron la importancia de preservar la Tradición en el arte sagrado, de su valor dogmático y simbólico para el mantenimiento de la fe y la promoción de la misma. Es por ello que cuidaron de explicar porqué las imágenes debían ser respetadas y veneradas:

"Porque cuanto con más frecuencia son contemplados por medio de su representación en la imagen, tanto más se mueven los que éstas miran al recuerdo y deseo de los originales y a tributarles el saludo y adoración de honor, no ciertamente la latría verdadera que según nuestra fe sólo conviene a la naturaleza divina; sino que como se hace con la figura de la preciosa y vivificante cruz, con los evangelios y con los demás objetos sagrados de culto, se las honre con la ofrenda de incienso y de luces, como fue piadosa costumbre de los antiguos. "Porque el honor de la imagen, se dirige al original", y el que adora una imagen, adora a la persona en ella representada."

Condenando con la excomunión a quienes contradijeran lo dispuesto. Y de aquellos que negaran la Divinidad del Hijo, reflotando la herejía adopcionista, de la arriana, el mismo Concilio agregó:

"Impíos e ingratos a tantos beneficios, no os horrorizáis de murmurar con venenosas fauces que nuestro Libertador es hijo adoptivo, como si fuera un puro hombre, sujeto a la humana miseria, y, lo que da vergüenza decir, que es siervo [...] ¿Cómo no teméis, quejumbrosos detractores, odiosos a Dios, llamar siervo a Aquel que os liberó de la esclavitud del demonio? [...] Porque si bien en la sombra de la profecía fue llamado siervo [cf. Iob 1, 8 ss], por la condición de la forma servil que tomó de la Virgen, [...] esto nosotros [...] lo entendemos como dicho, según la historia, del santo Job, y alegóricamente, de Cristo [...]."

Volvamos los ojos a la pintura de Pieter De Grebber. Podemos ver como Nuestro Señor Jesucristo es reducido a un esclavo, un miserable, un hombre más. ¿Cuánto de ésto no vemos también en los "teólogos modernos"? ¿Acaso K. Barth no proponía algo similar? ¿Acaso la teología horizontal de Dietrich Bonhoeffer, tan asimilada por la Teología de la Liberación, no repite lo mismo? ¿Acaso no vemos eso en el "Jesús de Nazareth" de Ratzinger? Recordemos lo que dijo San Cirilio a Nestorio el hereje: "La Tradición de la Fe repugna en esto a tu afirmación. Nosotros hemos aprendido a admirar, no a un hombre portador de la divinidad, sino a un Dios hecho hombre; tú al contrario, hablas de manera totalmente diferente."

El arte moderno, cuya manifestación es el cuadro "Dios invitando a Cristo a sentarse en el trono a su diestra", no sólo humaniza al Padre y al Hijo, sino que los separa deformando la Trinidad, algo común en el "arte moderno". Introduce en ellos además la temporalidad, la confusión de la naturaleza divina, violenta lo sagrado, profana nuestra religión. El cuadro de Pieter De Grebber niega el Dogma de nuestra fe, y quienes ante él se inclinan o hacen reverencia, idolatran a un falso dios, al dios de Arrio, al dios de Nestorio... al dios de los herejes.

Tomado del blog Sursum Corda: http://sursumcordablog.blogspot.com.ar/2013/05/el-arrianismo-en-el-arte-moderno.html

APUNTES EN EL CUADERNO DE BITÁCORA: Las representaciones de la Santísima Trinidad...

El icono antiguo representa, en una primera visión, la visita de los tres ángeles a Abraham junto al encinar de Mambré (Génesis 18, 1-15). A través de esa escena del Antiguo Testamento se abre todo un campo de simbología teológica que nos conduce hasta Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.
El dogma de la Trinidad es básico y muy simple, todos lo sabemos, lo conocemos y lo repetimos en el Credo, sin embargo hay millares de páginas escritas sobre éste hermoso Misterio. [...] Dios se manifiesta de formas muy simples a los hombres, pero [...] [muchas veces] los teólogos tienen la costumbre de volver difícil lo que es simple. Convengamos que [...] el Misterio de la Trinidad es un tópico en el obscurantismo de los teólogos. Desde San Agustín hasta Garrigou muchos han intentado dar una acabada explicación sobre la Trinidad, la consubstancialidad, indivisibilidad e inconfundibilidad de las hipóstasis. Y es que el misterio de la Trinidad es incomprensible para la inteligencia humana, destruída tras la caída de los primeros padres.

Durante mil quinientos años, la única representación de Dios Padre era una mano que bajaba de las nubes. La pictórica humanista, en cambio dio inicio a las representaciones de Dios Padre como la de un anciano con cabellos blancos, representado muchas veces junto a Cristo, como un niño o un joven y finalmente, al Espíritu Santo como una Paloma. Estas tres imágenes representarían la Trinidad. Entre los orientales también surgió la idea de representar a la Trinidad, aún cuando la tradición de la Iglesia Oriental (desde sus orígenes) lo tenía prohibido. El ejemplo más claro es el del icono de Novgorod. Allí vemos a Dios Padre como un anciano, a Dios Hijo como un niño en el regazo de aquel y finalmente a Dios Espíritu Santo como una paloma entre las manos del Niño. El mismo icono se encuentra, occidentalizado en varias Iglesias Latinas, en algunas el Padre se muestra como un rey medieval y en otras ciñe la Corona Imperial. Siempre el Espíritu Santo aparece, o bien entre las manos del Niño, o bien sobre la cabeza del Padre.

Icono de Novgorod
¿Cuál es mi objeción? Estas representaciones de la Trinidad introducen en la temporalidad la naturaleza de Dios, por lo tanto destruyen la unión hipostática. ¿Por qué? Porque muestran una mudabilidad, una transformación y una diferencia entre los miembros de la Trinidad. Si el Padre es un anciano y el Hijo un niño, implica que uno fue anterior al otro, que uno fue creado y por lo tanto no tienen la misma naturaleza. ¿Acaso el Logos puede sufrir el accidente del tiempo? ¿Acaso no estamos obligados a creer que el Logos no fue creado, sino engendrado? En los primeros siglos se había propuesto a los catecúmenos la siguiente fórmula:

"[…] porque el Verbo se hizo carne [Ioh. 1, 14], no sufriendo cambio o transformando su divinidad en humanidad, sino juntando en una sola su santa perfección y divinidad; porque uno solo es el Señor Jesucristo y no dos; el mismo es Dios, el mismo es Señor, el mismo es rey; que padeció el mismo en su carne y resucitó y subió a los cielos en su mismo cuerpo, que se sentó gloriosamente a la diestra del Padre, que ha de venir con el mismo cuerpo, con gloria, a juzgar a los vivos y a los muertos; y su reino no tendrá fin; y creemos en el Espíritu Santo, el que habló en la Ley y anunció en los profetas y descendió sobre el Jordán, el que habla en los Apóstoles y habita en los Santos; y así creemos en Él, que es Espíritu Santo, Espíritu de Dios, Espíritu perfecto, Espíritu consolador, increado, que procede del Padre y recibe del Hijo y es creído."

El Dios Hijo por lo tanto no puede ser afectado por el tiempo. Dios no tiene principio ni fin, Él es el Principio y el Fin, el Alfa y la Omega. Una representación de la Trinidad que introduce el accidente del tiempo destruye la Eternidad de Dios, porque Dios es el creador de todo: de la materia, pero también del tiempo, antes de Dios no había nada, porque no había tampoco un antes, y la lógica de la Eternidad de Dios consiste, precisamente que para él, los conceptos de antes o después, de pasado o futuro son inaplicables, porque es Eterno. ¿Cómo es el Padre? Nadie lo sabe, Dios se manifestó hecho carne en el Hijo ¿Cómo es en la Eternidad? No se sabe. El Espíritu Santo tomó la forma de una paloma durante el Bautismo, representación de la Trinidad y de la Unión del Dios Trino. Pero también como lenguas de fuego durante el Pentecostés, se manifestó el Espíritu Santo. Como es el Espíritu Santo en la Eternidad no lo sabemos.

Si bien la Iglesia jamás ha prohibido las representaciones del Padre, considero que las mismas pueden, cuando introducen la cuestión de la temporalidad, generar confusión entre los fieles y por lo tanto, deberían evitarse.


Tomado del blog Sursum Corda: http://sursumcordablog.blogspot.com.ar/2012/11/las-representaciones-de-la-trinidad.html

miércoles, 8 de mayo de 2013

APUNTES EN EL CUADERNO DE BITÁCORA: Los mitos de la "homosexualidad animal"...

¿"Transgenero" animal?... hay que estar muy enfermos.
El siguiente artículo es una adaptación del libro del autor recientemente publicado, Defending a Higher Law: Why We Must Resist Same Sex “Marriage” and the Homosexual Movement.

En un esfuerzo de presentar a la homosexualidad como algo normal, el movimiento homosexualista volteó hacía la sociedad para probar tres grandes premisas:



A) La homosexualidad es genética o innata;

B) La homosexualidad es irreversible;

C) Dado que los animales se involucran en conductas sexuales con animales de su mismo sexo, la homosexualidad es natural.

Muy conscientes de su inhabilidad para probar las primeras dos premisas, el movimiento homosexualista sujeta sus esperanzas a la tercera, la "homosexualidad animal".

"Los animales lo hacen, entonces es natural"... ¿cierto? El razonamiento detrás de la teoría de la "homosexualidad animal" se puede resumir de la siguiente manera:

1) La conducta homosexual es observable en los animales.

2) La conducta animal está determinada en sus instintos.

3) La naturaleza hace que los animales sigan sus instintos.

4) Por lo tanto, la homosexualidad está en concordancia con la naturaleza animal.

5) Puesto que el hombre es también un animal, la homosexualidad debería estar también en concordancia con la naturaleza humana.

Está línea de razonamiento es insostenible. Si aparentemente los actos "homosexuales" entre los animales están en concordancia con la conducta animal, entonces la matanza de los padres de su descendencia y el devorar miembros de su misma especie están también en concordancia con la naturaleza animal. Poner al hombre dentro de la ecuación complica mucho más las cosas. ¿Hemos de concluir que el filicidio y el canibalismo están en concordancia con la naturaleza humana?

En oposición a esta línea de razonamiento, este artículo sostiene que:

1) No hay “instinto homosexual” en los animales,

2) Es una ciencia empobrecida el hecho de “leer” las motivaciones y los sentimientos humanos en la conducta animal, y

3) La conducta irracional de los animales no es un criterio para determinar lo que sería una conducta moralmente aceptable en un hombre racional.

No hay "instinto homosexual" en los animales.

Cualquiera que esté comprometido en la observación más elemental de los animales está forzado a concluir que la “homosexualidad”, “filicidio” y “canibalismo” en los animales son excepciones al comportamiento animal normal. En consecuencia, no pueden ser llamados instintos animales. Estas excepciones observables a la conducta animal normal resultan de factores detrás de sus instintos.

Estímulos opuestos e instintos confusos en animales

Para explicar esta conducta anormal, la primera observación debe ser el hecho de que los instintos animales no están delimitados por el determinismo absoluto de las leyes físicas que gobiernan el mundo mineral. En diferentes grados, todos los seres vivientes pueden adaptarse a las circunstancias. Ellos responden a estímulos internos o externos.

En segundo lugar, la cognición animal es puramente sensorial, limitada al sonido, olor, tacto, sabor e imagen. Así, los animales carecen de la precisión y claridad de la percepción intelectual humana. Por consiguiente, lo animales confunden frecuentemente una sensación con otra o un objeto con otro.

En tercer lugar, los instintos de un animal lo conducen hacía su fin y están en concordancia con su naturaleza. De cualquier modo, el empuje espontáneo del impulso instintivo puede sufrir modificaciones en su curso. Otras imágenes sensoriales, percepciones o memorias pueden actuar como nuevos estímulos que afectan la conducta animal. Más aún, el conflicto entre dos o más instintos pueden modificar en ocasiones el impulso original.

En el hombre, cuando dos reacciones instintivas chocan, el intelecto determina el mejor curso a seguir, y entonces la voluntad retiene a uno de los instintos bajo control mientras que anima al otro. Con los animales que carecen de intelecto y voluntad, cuando dos impulsos instintivos chocan, el que es más favorecido por las circunstancias, prevalece.

En ocasiones, estos estímulos internos o externos que afectan los impulsos instintivos de un animal resultan en casos de "filicidio", "canibalismo" y "homosexualidad" animal.

"Filicidio" y "canibalismo" animal

Sarah Hartwell explica que los gatos machos matan a sus crías después de recibir "señales mezcladas" de sus instintos:

"La mayoría de los gatos hembras pueden cambiar entre el "modo de juego" y el "modo de caza" para no dañar a sus crías. En los gatos machos este apagar del "modo de caza" podría estar incompleto y, cuando se encuentran altamente estimulados mediante el juego, el instinto "cazador" adquiere fuerza y ellos pueden llegar a matar a sus crías. El instinto de caza es muy fuerte, y muy difícil de apagar cuando la presa está presente, que los gatos pueden llegar a desmembrar e incluso comer a los gatitos [...] Compare el tamaño, sonido y actividad de los gatitos con el tamaño, sonido y actividad de la presa. Ambos son pequeños, tienen voces agudas y se trasladan con movimientos rápidos y erráticos. Todos estos factores detonan la conducta cazadora. En el gato macho, la conducta maternal no siempre puede anular la conducta cazadora y trata a los gatitos de la misma manera en que trataría a una presa pequeña. Sus instintos se ven confundidos."

Considerando el canibalismo animal, la revista Iran Nature and Wildlife Magazine hace notar:

"El canibalismo es más común entre los vertebrados menores y los invertebrados, frecuentemente debido a un animal depredador confundiendo a uno de su propia especie con una presa. Pero también ocurre entre las aves y los mamíferos, especialmente cuando escasea la comida."

Los Animales Carecen de los Medios para expresar sus estados afectivos

A los estímulos y a los instintos opuestos, sin embargo, debemos añadir otro factor: Al expresar sus estados afectivos, un animal es radicalmente inferior que el hombre.

Dado que los animales carecen de razón, sus medios para expresar sus estados afectivos (miedo, placer, dolor, deseo, etc.) son limitados. Los animales carecen de los ricos recursos que están a disposición del hombre para expresar sus sentimientos. El hombre puede adaptar su modo de hablar, escribir, contemplar, gesticular en modos no verbales. Los animales no pueden hacerlo. En consecuencia, los animales expresan frecuentemente sus estados afectivos de forma ambigua. Ellos "piden prestado", por así decirlo, las manifestaciones del instinto de reproducción para manifestar los instintos de dominio, agresividad, miedo, gregarismo, y así sucesivamente.

Explicando la aparente conducta "homosexual" animal

Los bonobos son un ejemplo típico de este "pedir prestado". Estos primates de la familia de los chimpancés se relacionan en aparente conducta sexual para expresar aceptación y otros estados afectivos. Así, Frans B. M. de Waal, quien pasó cientos de horas observando y filmando a estos primates, dice:

"Hay dos razones para creer que la actividad sexual es la respuesta de estos primates para evitar conflictos.

Primero, cualquier cosa, no sólo comida, que despierta el interés de más de un bonobo al mismo tiempo tiende a resultar en un contacto sexual. Si dos bonobos se aproximan a una caja de cartón lanzada a su espacio, ellos se montarán brevemente el uno a otro antes de jugar con la caja. Dicha situación conduce a riñas en la mayoría de las especies. Pero los bonobos son un tanto tolerantes, quizá porque ellos usan el sexo para desviar la atención y difuminar la tensión.

En segundo lugar, el sexo en el bonobo ocurre frecuentemente en contextos agresivos que no tienen ninguna relación con la comida. Un macho celoso podría perseguir a otro lejos de una hembra, después del cual los dos machos se reúnen y se relacionan en un frotamiento escrotal. O después de que una hembra golpea a un joven, la madre de este último podría arremeter contra el agresor, una acción que es seguida inmediatamente por un frotamiento genital entre los dos adultos."

Como los bonobos, otros animales montarán a otros de su mismo sexo y se relacionarán en aparente conducta "homosexual", aunque su motivación pueda diferir. Los perros, por ejemplo, lo hacen usualmente para expresar dominio. Cesar Ades, etólogo y psicólogo de la Universidad de Sao Paulo, Brasil, explica: "Cuando dos machos se aparean, lo que está presente es una demostración de poder, no sexo."

Jaque Lynn Schultz, Director de Proyectos Especiales de Ciencias Animales de la ASPCA, explica aún más:

"Usualmente, un perro macho no castrado se montará a otro perro macho como una muestra de dominio social, en otras palabras, como una forma de hacerle saber al otro perro quién es el jefe. Aunque no es tan frecuente, un perro hembra podría montarse por la misma razón."

Los perros también montarán a otro debido a la vehemencia de su reacción puramente química al olor de una hembra en celo:

"No es asombroso que el olor de un perro hembra en celo pueda provocar un frenesí de conductas como montarse. Incluso otras hembras que no están en celo se montarán a aquellas que sí lo están. Los machos montarán a otros machos que recientemente han estado con hembras en celo si ellos aún portan su esencia [...] Y los machos que captan en el viento el olor del celo podrían montar a la primera cosa (o persona desafortunada) con la que tengan contacto."

Otros animales se relacionan en aparente conducta "homosexual" porque fallan al identificar al otro sexo correctamente. Entre menores sean las especies en el reino animal, más tenue y difícil de detectar serán las diferencias entre los sexos, conduciendo a una confusión más frecuente.

No existen animales "homosexuales"

En 1996, el científico homosexual, Simon LeVay, admitió que la evidencia apuntaba a actos aislados, no a homosexualidad:

"Sin embargo, la conducta homosexual es muy común en el mundo animal, parece ser muy poco común que animales individuales tengan una predisposición duradera a relacionarse en dicha conducta a la exclusión de actividades heterosexuales. Así, una orientación homosexual, si pudiéramos hablar de tal cosa en los animales, parece ser algo raro."

A pesar de las apariencias "homosexuales" de algunas conductas animales, esta conducta no proviene un instinto "homosexual" que sea parte de la naturaleza animal. El Dr. Antonio Pardo, profesor de Bioética en la Universidad de Navarra, España, explica:

"Propiamente hablando, la homosexualidad no existe entre los animales [...] Por razones de supervivencia, el instinto reproductivo entre los animales está siempre dirigido hacía un individuo del sexo opuesto. Por lo tanto, un animal no puede nunca ser homosexual como tal. No obstante, la interacción con otros instintos (particularmente el de dominio) puede resultar en una conducta que aparenta ser homosexual. Dicha conducta no puede ser equiparada con una homosexualidad animal. Esto quiere decir que la conducta sexual animal abarca aspectos más allá de la reproducción."

No es científico "leer" las motivaciones y sentimientos humanos en la conducta animal

Como muchos activistas de los derechos de los animales, los activistas homosexuales "leen" frecuentemente las motivaciones y sentimientos humanos en la conducta animal. Mientras este enfoque antropopático goza de plena aceptación en ámbitos como el arte, la literatura y la mitología, hace que la ciencia se empobrezca. El Dr. Charles Socarides de la National Association for Research and Therapy of Homosexuality (NARTH) observa:

"El término homosexualidad debería estar limitado a la especie humana, en animales, el investigador puede sólo determinar como una conducta motor. Tan pronto como él interprete la motivación del animal, él está usando psicodinámica humana, un enfoque científico riesgoso, si no es que imprudente."

El etólogo Cesar Ades explica la diferencia de las relaciones sexuales entre los humanos y entre los animales:

"Los seres humanos tienen sexo de una forma, mientras que los animales lo tienen de otra. El sexo humano es una cuestión de preferencia, donde uno elige a la persona más atractiva para tener placer. Esto no es verdad con los animales. Para ellos es una cuestión de apareamiento y reproducción. No hay placer físico o psicológico [...] El olor es decisivo: cuando una hembra está en celo, ella emite una esencia, conocida como feromona. Esta esencia atrae la atención del macho, y le hace querer aparearse. Así es el coito entre animales. Es la ley de la naturaleza."

Incluso el biólogo, Bruce Bagemihl, cuyo libro "Biological Exuberance: Animal Homosexuality and Natural Diversity" fue citado por la Asociación Psicológica Americana y la Asociación Americana de Psiquiatría en su escrito amici curiae en Lawrence v. Texas y se pregona como prueba de que la homosexualidad es natural entre los animales, es cuidadoso de incluir una advertencia:

"Cualquier consideración de homosexualidad y transgenerismo en animales es también necesariamente una consideración de interpretación humana de estos fenómenos [...] Estamos en la oscuridad acerca de la experiencia interna de los participantes animales: como resultado, los prejuicios y limitaciones del observador humano, tanto en la recolección e interpretación de los datos, vienen a primer plano en esta situación. Con la gente podemos hablar con frecuencia directamente a los individuos (o leer consideraciones escritas) [...] Con los animales, en contraste, podemos observar con frecuencia directamente sus conductas sexuales (y aliadas), pero podemos sólo inferir o interpretar sus significados y motivaciones."

La interpretación del Dr. Bagemihl, sin embargo, a lo largo de su libro de 750 páginas, favorece descaradamente la teoría de la homosexualidad animal. Sus páginas están llenas con descripciones de actos animales que podrían tener una connotación homosexual en los seres humanos. El Dr. Bagemihl no prueba, sin embargo, que dichos actos tengan el mismo significado para los animales. Él simplemente les da una interpretación homosexual. No es de sorprenderse que su libro fuera publicado por Stonewall Inn Editions, "una marca de St. Martin Press devota a libros de interés gay y lésbico".

La conducta animal irracional no es proyecto para el hombre racional

Algunos investigadores que estudian la conducta "homosexual animal" extrapolan desde el ámbito de la ciencia hacía el ámbito de la filosofía y la moralidad. Estos estudiosos razonan desde la premisa de que si los animales lo hacen, es de acuerdo a su naturaleza y así es bueno para ellos. Si es bueno y natural para los animales, ellos continúan, también es natural y moralmente bueno para el hombre. Sin embargo, la definición de naturaleza humana pertenece no al ámbito de la zoología o biología, sino a la filosofía, y la determinación de lo que es moralmente bueno para el hombre pertenece a la ética.

Otros investigadores se sienten obligados a señalar la impropiedad de trasladar la conducta animal al hombre. A pesar de ser muy favorable a la interpretación homosexual de la conducta animal, Paul L. Vasey, de la Universidad de Lethbridge en Canadá, aún así hace la advertencia:

"Para algunas personas, lo que los animales haces es un criterio de lo que es y no es natural. Hacen un salto de decir si es natural, es moralmente y éticamente deseable. El infanticidio está altamente difundido en el reino animal. Saltar de ahí a decir que es deseable, no tiene sentido. No deberíamos de estar usando a los animales para hacer las políticas morales y sociales para los tipos de sociedad en que queremos vivir. Los animales no cuidan de los más viejos. No pienso particularmente que esto debería de ser una vía para cerrar los asilos."

El reino animal no es lugar para que el hombre busque un proyecto para la moralidad humana. Ese proyecto, tal como el bioético Bruto Maria Bruti dice, debe ser buscado en el propio hombre:

"Es un error frecuente que la gente contraste las conductas humanas y las animales, como si las dos fueran homogéneas. Las leyes que regulan la conducta humana son de una naturaleza diferente y deberían ser buscada en donde Dios las escribió, es decir en la naturaleza humana."

El hecho de que el hombre tenga un cuerpo y una vida sensible en común con los animales no significa que es estrictamente un animal. Ni siquiera significa que es un medio animal. La racionalidad humana impregna la totalidad de su naturaleza de tal manera que sus sensaciones, instintos e impulsos no son puramente animales, sino que tienen ese sello de racionalidad que los caracteriza como humanos.

Así, el hombre está caracterizado no por lo que él tiene en común con los animales, sino por lo que lo diferencia de ellos. Esta diferenciación es fundamental, no accidental. El hombre es un animal racional. La racionalidad del hombre es lo que hace a la naturaleza humana única y fundamentalmente distinta de la naturaleza animal.

Considerar al hombre estrictamente como un animal es negar su racionalidad y, por tanto, su libre albedrío  Igualmente, considerar a los animales como si fueran humanos es atribuirles una racionalidad que no poseen.

De la ciencia a la mitología

La investigación "Exuberancia Biológica" del Dr. Bagemihl, muestra su insatisfacción fundamental con la ciencia y el entusiasmo por la mitología aborigen:

"La ciencia occidental tiene mucho que aprender de las culturas aborígenes acerca de sus sistemas de género y sexualidad."

"Para la ciencia occidental, la homosexualidad (tanto animal como humana) es una anomalía, una conducta inesperada que por encima de todo requiere cierto tipo de "explicación" o "causa" o "razón de ser". En contraste, para muchas culturas indígenas alrededor del mundo, la homosexualidad y el transgenerismo son una rutina y ocurrencia esperada tanto en los mundos humanos como animal [...]".

"La mayoría de las tribus estadounidenses nativas, reconocen (y honran) formalmente la homosexualidad humana y el transgenerismo en el rol de la persona de "dos espíritus" (en ocasiones anteriormente conocido como berdache.

La persona "dos espíritus" es un hombre o una mujer sagrados que mezcla categorías de género mediante el uso de ropa del sexo opuesto o de ambos sexos... y frecuentemente se compromete en relaciones con personas de su mismo sexo. En muchas culturas estadounidenses nativas  ciertos animales están también relacionados simbólicamente con la doble espiritualidad, frecuentemente en la forma de mitos de la creación y leyendas del origen relacionadas con el primer o "supernatural" doble espíritu. Una historia Zuni de la creación relata cómo los primeros doble espíritu (criaturas que no eran ni del sexo masculino ni del femenino, sino ambos al mismo tiempo) eran los doce descendientes de una pareja mítica de hermano y hermana. Algunas de estas criaturas eran humanos, pero uno era un murciélago y el otro un venado macho." 

El Dr. Bagemihl aplica este mito andrógino, muy extendido en el actual movimiento homosexual, al reino animal con la ayuda de la mitología india y aborigen. El invita a occidente a abrazar "un nuevo paradigma".

"Ultimadamente, la síntesis de las perspectivas científicas representadas por exuberancia biológica nos lleva de regreso al punto de partida, a la forma de ver al mundo que este en concordancia con algunas de las más antiguas concepciones indígenas de la sexualidad animal (y humana) y la variabilidad de género. Esta perspectiva disuelve las oposiciones binarias… exuberancia Biológica es… una visión del mundo que es al mismo tiempo primordial y futurista, en la cual el género es caleidoscopio  las sexualidades son múltiples, y las categorías de masculino y femenino son fluidos y transmutables." ¿?

Conclusión

En resumen, el intento del movimiento homosexual por establecer que la homosexualidad está en concordancia con la naturaleza humana, mediante la prueba de su teoría de la "homosexualidad animal", está basada mayormente en creencias mitológicas y principios filosóficos erróneos que en la ciencia.

lunes, 6 de mayo de 2013

KENNEDY, EL LOBBY SIONISTA Y LA BOMBA: Por Laurent Guyénot.

Ingeniero (Escuela Nacional de Alta Tecnología, 1982) y medievalista (PhD en Estudios Medievales de París IV-Sorbona, 2009). Ha publicado El Hada de la muerte Antropología maravillosa (duodécima-décimo quinto siglo) medieval Gallimard y La Lanza sangrado - metatexto hipertexto y la "Historia del Grial" de Chrétien de Troyes en Champion. Él ha dedicado tres años para la profunda historia de los Estados Unidos, donde vivió durante cinco años.

En mayo de 1963, el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos abría una investigación sobre las operaciones clandestinas de agentes extranjeros en territorio estadounidense, investigación cuyos principales objetivos eran el American Zionist Council y la Jewish Agency for Israel [1]. La investigación estaba motivada por un informe redactado en marzo de 1961 (y desclasificado en 2010) del presidente de esa comisión permanente, William Fulbright, que indicaba: «En los últimos años ha habido un creciente número de incidentes que implicaban intentos de gobiernos extranjeros, o de sus agentes, con vistas a influir en la política exterior americana [estadounidense] a través de métodos que se salen de los canales diplomáticos normales.»

Al señalar que esos métodos incluían «actividades secretas en Estados Unidos y en otras partes», Fulbright apuntaba al «Caso Lavon» [2] de 1953, en el que varios judíos egipcios entrenados en Israel perpetraron, contra objetivos británicos, varios atentados con bombas que debían atribuirse a la Hermandad Musulmana para desacreditar a Nasser ante británicos y estadounidenses. La investigación del Senado sacó a la luz una actividad de blanqueo de dinero a través de la cual la Jewish Agency (indisociable del Estado de Israel, del que incluso fue precursora) hacía llegar decenas de millones de dólares al American Zionist Council, principal lobby israelí en Estados Unidos.


Como resultado de aquella investigación, el Departamento de Justicia, bajo las órdenes del Abogado General, Robert Kennedy, exigió que –ya que estaba financiado por el Estado de Israel– el American Zionist Council se registrara como «agente extranjero» y quedara por lo tanto sometido a las obligaciones estipuladas en la Foreign Agents Registration Act de 1938, lo cual implicaba una estrecha vigilancia de sus actividades.

Aquel intento de contrarrestar la creciente interferencia de Israel en la política estadounidense estaba, por supuesto, respaldado por el Presidente. Siendo aún no más que un joven periodista que cubría la conferencia inaugural de la ONU, John F. Kennedy ya había visto con desagrado la capacidad de Israel para la compra de políticos, incluyendo al propio Presidente. En efecto, el 15 de mayo de 1948, al reconocer el Estado de Israel –sólo 10 minutos después de su proclamación oficial y en contra de la opinión unánime de su propio gobierno– el presidente Harry Truman no sólo se había ganado un lugar en la historia bíblica («El histórico acto de reconocimiento de Truman quedará grabado para siempre en letras de oro en los cuatro mil años de historia del pueblo judío» [3], proclamó entonces el embajador israelí) sino que también se echó en el bolsillo 2 millones de dólares para su campaña por la reelección. 

«Es por eso que nuestro reconocimiento de Israel fue tan rápido», confió Kennedy a su amigo el novelista y ensayista Gore Vidal [4]. En 1960, el propio John Kennedy recibió del lobby israelí una oferta de ayuda financiera para su campaña presidencial. Así resumió [Kennedy] a su amigo el periodista Charles Bartlett la proposición del mecenas Abraham Feinberg: «Sabemos que su campaña enfrenta dificultades. Estamos dispuestos a pagar sus cuentas si usted nos deja el control de su política en el Medio Oriente.»

Bartlett recuerda que Kennedy se prometió a sí mismo que «si llegaba a convertirse en Presidente haría algo por cambiar aquello» [5]. En 1962 y 1963, Kennedy presentó 7 proyectos de ley para reformar el financiamiento de las campañas electorales de los congresistas. Todos fueron exitosamente combatidos por los mismos grupos de presión contra los que estaban dirigidas.

Todos los esfuerzos gubernamentales por limitar la corrupción que los agentes de Israel estaban imponiendo en la democracia estadounidense se vieron frenados de golpe por el asesinato de Kennedy y por la llegada de Nicholas Katzenbach al Departamento de Justicia, en sustitución del hermano de Kennedy. El American Zionist Council escapó a la inscripción como agente extranjero disolviéndose y cambiando su nombre por el de American Israel Public Affairs Committee (AIPAC). Diez años más tarde, el 15 de abril de 1973, Fullbright señalaba en la CBS: «Israel controla el Senado americano. […] La gran mayoría del Senado americano –alrededor del 80%– apoya por completo a Israel. Israel obtiene todo lo que quiere» [6]. El AIPAC mantuvo las mismas prácticas que su antecesor, escapando incluso a todo tipo de sanción cuando sus miembros fueron sorprendidos en flagrante delito de espionaje y alta traición: en 2005, dos responsables del AIPAC fueron absueltos después de haber recibido de Larry Franklin, miembro de la Oficina de Planes Especiales del Pentágono, una serie de documentos clasificados como secreto militar, documentos que ellos transmitieron a un alto funcionario de Israel.

En 2007, John Mearsheimer y Stephen Walt demostraban en su libro El lobby israelí y la política exterior estadounidense, que el AIPAC y los grupos proisraelíes de cabildeo de menor importancia eran la causa principal de la guerra contra Irak y, más ampliamente, que eran también el factor determinante de la política exterior estadounidense en el Medio Oriente. Como nada ha cambiado desde entonces, no hay razón alguna para que el gobierno de Benjamin Netanyahu no logre obtener él también de Estados Unidos la destrucción de Irán, la cual no deja de exigir.

«Nosotros, el pueblo judío, controlamos Estados Unidos y los estadounidenses lo saben» [7], dijo el primer ministro Ariel Sharon a su ministro de Relaciones Exteriores Shimon Peres el 3 de octubre de 2001, según la radio israelí Kol Israel. Su sucesor, Benjamin Netanyahu, lo demostró el 24 de mayo de 2011 ante el Congreso estadounidense, donde fue ovacionado 29 veces por un auditorio que incluso se puso de pie para aclamar específicamente cada una de las siguientes frases: «En Judea y en Samaria, los judíos no son ocupantes extranjeros»; «Ninguna distorsión de la historia puede negar el vínculo de 4 000 años entre el pueblo judío y la tierra judía»; «Israel no volverá a las fronteras indefendibles de 1967»; «Jerusalén no debe ser dividida nunca más. Jerusalén debe seguir siendo la capital unida de Israel.» [8]

Kennedy, la bomba y Dimona

Si Kennedy no hubiese sido asesinado, la influencia de Israel seguramente se hubiese visto limitada en otro sector más, el del armamento nuclear. Desde el inicio de los años 1950, David Ben Gurión, quien ejercía simultáneamente las funciones de primer ministro y de ministro de Defensa, había emprendido la fabricación secreta de bombas atómicas, desviando así de su objetivo el programa de cooperación pacífica Atom for Peace que Eisenhower había iniciado ingenuamente.

Informado por la CIA, inmediatamente después de su llegada a la Casa Blanca, sobre el verdadero objetivo del complejo de Dimona, Kennedy hará todo lo posible por obligar Israel a renunciar [a sus intenciones en ese sentido]. Exigió a Ben Gurión la realización de inspecciones periódicas en Dimona. Primero lo hizo de viva voz, en Nueva York en 1961, y posteriormente a través de cartas oficiales cada vez más insistentes. En la última de esas cartas, fechada el 15 de junio de 1963, Kennedy exigía una primera inspección inmediata a la que seguirían inspecciones regulares cada 6 meses, a falta de lo cual «el compromiso y el respaldo de nuestro gobierno a Israel pudieran verse en serio peligro» [9]. El efecto de aquel mensaje fue sorprendente: Ben Gurión dimitió el 16 de junio, evitando así la recepción de aquella carta. Cuando el nuevo primer ministro Levi Eshkol entró en funciones, Kennedy le envió de inmediato una carta idéntica, fechada el 5 de julio de 1963.

Lo que quería Kennedy no era evitar que Israel alcanzara un poder que Estados Unidos reservaba para sí mismo y para sus aliados de la OTAN. Su objetivo formaba parte de un proyecto mucho más ambicioso, que ya había anunciado el 25 septiembre de 1961 –o sea 9 meses después de su investidura– ante la Asamblea General de la ONU: «Hoy cada habitante de este planeta debe imaginar el día en que este planeta haya dejado quizás de ser habitable. Cada hombre, mujer o niño está viviendo bajo una espada de Damocles nuclear pendiente de frágiles hilos que pueden ser cortados en cualquier momento por accidente o por error, o por locura.

Hay que liquidar esas armas de guerra antes de que ellas nos liquiden […] Tenemos por lo tanto intenciones de lanzar un desafío a la Unión Soviética, no para una carrera armamentista sino para una carrera por la paz –para avanzar juntos, paso a paso, etapa por etapa, hasta alcanzar el desarme general y completo» [10]. Nikita Jruschov captó el mensaje y respondió favorablemente en una carta confidencial de 26 páginas, fechada el 29 de septiembre de 1961 y transmitida a través de un canal secreto. Después de la crisis de octubre de 1962 causada por los misiles instalados en Cuba, la guerra nuclear que habían logrado evitar a duras penas gracias a su propia sangre fría aproximó aún más a los dos jefes de Estado en cuanto a la convicción de que compartían la responsabilidad de liberar la humanidad de la amenaza atómica.

Jruschov envió entonces a Kennedy una segunda carta privada en la que expresaba su esperanza de que, en 8 años de presidencia de Kennedy, «podamos crear buenas condiciones para una coexistencia pacífica en la Tierra, lo cual apreciarían altamente los pueblos de nuestros países así como los demás pueblos» [11]. A pesar de otras crisis, Kennedy y Jruschov prosiguieron aquella correspondencia secreta, hoy desclasificada, que comprende en total 21 cartas dedicadas en gran parte al proyecto de abolir el arma atómica.

En 1963, las negociaciones desembocaron en el primer tratado de limitación de los ensayos nucleares, que prohibía los ensayos nucleares en la atmósfera y bajo el agua, tratado firmado el 5 de agosto de 1963 por la Unión Soviética, Estados Unidos y el Reino Unido. Seis semanas más tarde, el 20 de septiembre de 1963, Kennedy expresaba ante la ONU su orgullo y esperanza: «Hace 2 años declaré ante esta asamblea que Estados Unidos había propuesto y estaba dispuesto a firmar un tratado limitado de prohibición de los ensayos. Hoy ese tratado está firmado. No acabará con la guerra. No eliminará los conflictos fundamentales. No garantizará la libertad a todos. Pero puede ser una palanca. Y se dice que Arquímedes, al explicar el principio de la palanca, dijo a sus amigos: “Denme un punto de apoyo y moveré el mundo.” Queridos cohabitantes de este planeta, podemos mover el mundo hacia una paz justa y duradera» [12].

En su última carta a Kennedy, entregada al embajador de Estados Unidos Roy Kohler pero que nunca llegó a su destinatario, Jruschov se mostraba igualmente orgulloso de aquel primer tratado histórico, que «ha inyectado una mentalidad fresca en la atmósfera internacional». Y presentaba otras proposiciones, retomando las palabras de Kennedy: «Su implementación abriría el camino hacia el desarme general y completo y, por consiguiente, hacia la liberación de los pueblos de la amenaza de la guerra.» [13]

Para Kennedy, el arma nuclear era la negación de todos los esfuerzos históricos tendientes a civilizar la guerra evitando las víctimas civiles. «No dejo de pensar en los niños, no sólo en los míos o los tuyos, sino en los niños de todo el mundo», decía a su amigo y asistente Kenneth O’Donnell durante su campaña a favor del Test Ban Treaty. Y lo repitió en su alocución televisiva del 26 de julio de 1963: «Ese tratado es para todos nosotros, especialmente para nuestros hijos y nuestros nietos, que no tienen ningún grupo de cabildeo aquí en Washington.» [14]

En los años 1960, el desarme nuclear era un objetivo realista. Sólo 4 países disponían del arma nuclear. Había una posibilidad histórica que aprovechar y Kennedy estaba decidido a no desperdiciarla. «Me obsesiona la impresión de que si no lo logramos, en 1970 habrá quizás 10 potencias nucleares en vez de 4, y 15 o 20 en 1975» [15], dijo en su conferencia de prensa del 21 de marzo de 1963. Mientras que, siguiendo las huellas de Estados Unidos y la URSS, todos los países de la OTAN y del bloque del este daban un primer paso hacia el desarme nuclear, Israel hacía en secreto lo contrario y Kennedy estaba decidido a impedirlo.

La muerte de Kennedy, meses más tarde, alivió la presión sobre Israel. Johnson decidió ignorar lo que sucedía en el complejo de Dimona. John McCone, el director de la CIA nombrado por Kennedy, dimitió en 1965 quejándose del desinterés de Johnson sobre aquel tema. Israel obtuvo su primera bomba [atómica] hacia 1967, sin admitirlo nunca. Nixon tampoco se preocupó del asunto, mientras que su consejero de seguridad nacional Henry Kissinger expresaba en privado su satisfacción ante la idea de tener en Israel una potencia nuclear aliada. Nixon, de quien se puede decir que el Estado profundo entró con él a la Casa Blanca, jugó un doble juego. Mientras respaldaba públicamente el Tratado de No Proliferación de 1968 (que no era una iniciativa estadounidense), Nixon envió a su propia burocracia un mensaje totalmente opuesto a través de un National Security Decision Memorandum de carácter secreto (NSDM-6) que decía:

«No debe haber ningún esfuerzo de Estados Unidos por forzar a otros países […] a aplicar [el tratado]. Este gobierno, en su postura pública, debe reflejar un tono optimista en cuanto a que otros países firmen o ratifiquen [el tratado], apartándose al mismo tiempo de todo plan de hacer presión sobre esos países para que firmen o ratifiquen.» [16]

Según las cifras del SIPRI (Stockholm International Peace Research Institute) correspondientes al años 2011, existen hoy en todo el mundo 20 000 bombas nucleares que tienen como promedio una potencia 30 veces superior a la bomba atómica de Hiroshima, lo cual equivale en total a 600 000 veces lo sucedido en Hiroshima. De esas bombas, 1 800 se hallan en estado de alerta, o sea listas para ser utilizadas en cuestión de minutos. Con menos de 8 millones de habitantes, Israel es la 6ª potencia nuclear a nivel mundial.

«Si dejásemos actuar al Presidente habría una guerra nuclear cada semana» [17], decía Kissinger. Ya en los años 1950, Nixon había recomendado a Eisenhower el uso de la bomba atómica en Indochina y en Corea.

Hubo que esperar hasta 1986 y a que el Sunday Times publicara varias fotos tomadas en Dimona por el técnico israelí Mordechai Vanunu para que el mundo se enterara de que Israel se había dotado secretamente de la bomba atómica. Después de ser secuestrado por los servicios secretos israelíes, Vanunu fue condenado [en Israel] por «divulgación de secretos de Estado» y pasó en la cárcel 18 años, 11 de ellos en aislamiento total. Desde su liberación, en 2004, Vanunu tiene prohibido salir de Israel y comunicarse con extranjeros.

Johnson y el USS Liberty

Kennedy no es recordado en Tel Aviv como un amigo de Israel. Además de sus ataques contra el descarado cabildeo de Israel y contra las ambiciones israelíes de poderío nuclear, Kennedy se había comprometido a favor del derecho al regreso de los 800 000 palestinos expulsados de sus casas y de sus poblados en 1947 y 1948. El 20 de noviembre de 1963, su delegación ante la ONU llamaba a la implementación de la Resolución 194 en ese sentido. Kennedy no tuvo tiempo de leer en los diarios las reacciones escandalizadas de Israel, ya que fue asesinado 2 días después.

La llegada de Johnson a la Casa Blanca fue saludada con alivio en Israel: «No cabe duda de que con la llegada de Lyndon Johnson al poder tendremos más oportunidad de acercarnos directamente al Presidente si nos parece que la política estadounidense es contraria a nuestros intereses vitales» [18], estimaba el diario israelí Yediot Ahronot. Lejos de recordar a Israel su propia limpieza étnica, Johnson abrazó plenamente el mito de la «tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra» llegando incluso un día a comparar, ante un auditorio judío, a los «pioneros judíos que construyen una casa en el desierto» [19] con sus propios ancestros en la colonización del Nuevo Mundo –lo que, en el fondo, subraya involuntariamente la equivalencia entre la negación de la limpieza étnica aplicada en Palestina por los israelíes y la negación por los estadounidenses de su propia historia de genocidio.

Kennedy había reducido la ayuda a Israel, pero Johnson la aumentó de 40 millones a 71, e incluso a 130 millones al año siguiente. La administración Kennedy había autorizado únicamente la venta a Israel de unas cuantas baterías de misiles defensivos pero bajo la administración Johnson más del 70% de la ayuda a Israel se utilizó para financiar la compra de armamento, como 250 tanques y 48 aviones de ataque Skyhawk. En 1966, la ayuda material a Israel alcanzó los 92 millones de dólares, más que la suma de todos los años anteriores. Mientras tanto, Johnson privó de ayuda estadounidense a Egipto y Argelia obligando así a esos dos países a volverse hacia la URSS para mantener el nivel de sus defensas. En junio de 1967, Johnson dio a Israel una «luz amarilla» para su guerra supuestamente «defensiva» contra Egipto, a través de una carta fechada el 3 de junio en la que aseguraba al primer ministro israelí Levi Eshkol que quería «proteger la integridad territorial de Israel y […] proporcionar un respaldo americano tan eficaz como fuese posible para preservar la paz y la libertad de su nación y de la región». [20]

La muerte de Kennedy instauró un profundo duelo en el mundo árabe, donde el retrato de JFK ornaba numerosos hogares. «Ahora es De Gaulle el único jefe de Estado occidental con cuya amistad pueden contar los árabes», diría Gamal Abdel Nasser. Mientras reducía la ayuda a Israel, Kennedy había abastecido generosamente de trigo a Egipto en el marco del programa Food for Peace. La breve presidencia de Kennedy fue para Egipto un feliz paréntesis y también un sueño que rápidamente disipado. Bajo Eisenhower, en 1954, Egipto había sido blanco de actos de terrorismo del tipo false flag (bandera falsa), perpetrados por Israel para «acabar con la confianza de Occidente en el régimen egipcio existente [e] impedir la ayuda económica y militar de Occidente a Egipto» [21], según los términos utilizados por el jefe de la Inteligencia Militar (Aman) Benjamin Givli en un telegrama secreto actualmente desclasificado. El complot se descubrió a causa de la detonación accidental de uno de los artefactos, lo que desencadenó el escándalo del «Caso Lavon» (apellido del ministro de Defensa Pinhas Lavon, quien fue considerado responsable), escándalo rápidamente acallado en Israel y en Estados Unidos. El primer ministro [israelí] Moshe Sharett, partidario de un sionismo moderado y respetuoso de las reglas internacionales, señaló en aquella época –aunque en privado– el irresistible ascenso de los extremistas, entre los que él incluía al futuro presidente Shimon Peres, precisando que «quiere aterrorizar a Occidente para llevarlo a respaldar los objetivos de Israel» y que «eleva el terrorismo a la categoría de principio sagrado». [22]

La muerte de Kennedy dio nuevamente rienda suelta al terrorismo maquiavélico que se ha convertido en la especialidad de Israel. Dos días antes del final de la Guerra de los Seis Días, el ejército israelí lanzó contra el USS Liberty la más célebre y calamitosa de sus agresiones false flag. En el soleado día del 8 de junio de 1967, 3 bombarderos Mirage sin distintivos y 3 lanchas torpederas con bandera israelí bombardearon, ametrallaron y torpedearon durante 75 minutos aquel barco no armado de la NSA (National Security Agency), que se hallaba en aguas internacionales y que era perfectamente identificable, con la evidente intención de que no quedara ningún sobreviviente, ya que llegaron incluso a ametrallar los botes salvavidas. Sólo cesaron el ataque al acercarse un navío soviético, cuando ya habían matado a 34 miembros de la tripulación, en su mayoría ingenieros, técnicos y traductores. Se piensa que, si hubiesen logrado hundir el barco sin testigos, los israelíes habrían atribuido el crimen a Egipto, para arrastrar así a Estados Unidos a la guerra del lado de Israel. Según Peter Hounam, autor de Operation Cyanide: Why the Bombing of the USS Liberty Nearly Caused World War III (libro publicado en 2003), el ataque contra el USS Liberty contó con la autorización previa y secreta de la Casa Blanca, en el marco del proyecto Frontlet 615, «un arreglo político secreto concluido en 1966 en el cual Israel y Estados Unidos se comprometían a destruir a Nasser». Las órdenes emitidas aquel día por la Casa Blanca, que retrasaron el auxilio durante varios horas, sugieren que Johnson no sólo cubrió a los israelíes después de los hechos, sino que incluso se había puesto de acuerdo con ellos de antemano. Oliver Kirby, vicedirector de Operaciones de la NSA en aquella época, dijo –el 2 de octubre de 2007– al periodista John Crewdson del Chicago Tribune que las transcripciones de las comunicaciones de los aviones israelíes interceptadas por la NSA e inmediatamente transmitidas a Washington no dejaban lugar a dudas sobre la identidad de los atacantes ni sobre el hecho que estos últimos habían identificado su blanco como estadounidense antes de atacarlo: «Yo estoy dispuesto a jurar sobre un montón de biblias que nosotros sabíamos que ellos sabían [que el barco era estadounidense]» [23]. Ya desenmascarado, Israel habló de un error y presentó excusas, con las cuales se contentó Johnson pretextando que «I will not embarrass our ally». En enero de 1968, cuando Johnson recibió en Washington al primer ministro israelí Levi Eshkol y lo invitó después a rancho de Texas, las relaciones fueron calurosas. Israel sacó de ello una enseñanza de impunidad cuya influencia sobre su comportamiento no debemos subestimar: el precio a pagar por el fracaso de una operación false flag contra Estados Unidos es cero. De hecho, es imposible que fracasar ya que los propios estadounidenses se encargarán de encubrir el crimen de Israel: Tel Aviv recibe de inmediato armas y aviones estadounidenses, convirtiendo rápidamente a Israel en el cliente número 1 de la industria militar estadounidense.

Notas:
[1] El Comité de Relaciones Exteriores del Senado investiga el lobby de Israel.
[2] «En los últimos años ha habido un creciente número de incidentes relacionados con los intentos de los gobiernos extranjeros, o sus agentes, para influir en la conducta de la política exterior de Estados Unidos por medio de técnicas fuera de los canales diplomáticos normales. (...) Ha habido ocasiones en las que los representantes de otros gobiernos han sido acusados ​​privados de participar en actividades encubiertas dentro de los Estados Unidos y otros países, con el propósito de influir en la política norteamericana (el affaire Lavon).»
[3] «acto histórico de Truman del reconocimiento quedará para siempre inscrito en letras de oro en los 4000 años de historia del pueblo judío.»
[4] «Es por eso que nuestro reconocimiento de Israel fue llevado de urgencia a través de tan rápido», citado porción Gore Vidal En Su prefacio a Israel Shahak, Historia judía, religión judía, 1994.
[5] «Sabemos que su campaña está en problemas. Estamos dispuestos a pagar sus cuentas si te vamos a tener el control de su política en Oriente Medio »,« si alguna vez llegó a ser Presidente, que iba a hacer algo al respecto », citado porción Seymour Hersh en The Samson opción.
[6] «Israel controla el Senado de los EE.UU.. [...] La gran mayoría del Senado de los EE.UU. en algún lugar alrededor del 80 por ciento-están completamente a favor de Israel,. Todo lo que Israel quiere, Israel se »
[7] «Nosotros, el pueblo judío, controlamos América, y los americanos lo sabemos.»
[8] «en Judea y Samaria, los judíos no son los ocupantes extranjeros», «No hay distorsión de la historia puede negar el 4000-años de edad, vínculo entre el pueblo judío y la tierra judía», «Israel no vuelve a lo indefendible fronteras de 1967 »,« Jerusalén nunca más debe ser dividida. Jerusalén debe seguir siendo la capital unida de Israel.»
[9] «El compromiso de este Gobierno y el apoyo de Israel se vería gravemente amenazado», citado porción Seymour Hersh en The opción Sansón.
[10] «En la actualidad, todos los habitantes de este planeta debe contemplar el día en que este planeta ya no puede ser habitable. Cada hombre, mujer y niño vive bajo una espada nuclear de Damocles, pende de del hilo más delgado, capaz de ser cortado en cualquier momento por accidente o error de cálculo o por la locura. Las armas de guerra deben ser abolidas antes de que nos eliminen a nosotros. [...] Por lo tanto, tenemos la intención de desafiar a la Unión Soviética, y no a una carrera armamentista, sino a una raza de paz - para avanzar juntos, paso a paso, paso a paso, hasta que se logre el desarme general y completo », citado porción James Douglass en JFK y lo indecible.
[11] «podríamos crear buenas condiciones para la coexistencia pacífica en la tierra y esto sería muy apreciado por los pueblos de nuestros países, así como por todos los demás pueblos», citado porción James Douglass en JFK y lo indecible.
[12] «Hace dos años le dije a este cuerpo que Estados Unidos había propuesto y estaba dispuesto a firmar un tratado de prohibición de pruebas limitada. Hoy ese tratado ha sido firmado. No va a poner fin a la guerra. No va a eliminar conflictos básicos. No va a asegurar la libertad para todos. Pero puede ser una palanca, y Arquímedes, en la explicación de los principios de la palanca, se dice que han declarado a sus amigos: ". Dame un lugar donde puedo estar y moveré el mundo" Mis queridos habitantes de esta planeta, tomemos nuestro stand aquí en esta Asamblea de las naciones. Y vamos a ver si nosotros, en nuestros días, podemos llevar al mundo a una paz justa y duradera », citado porción James Douglass en JFK y lo indecible.
[13] «ha inyectado un nuevo espíritu en el ambiente internacional», «Su implementación podría despejar el camino hacia el desarme general y completo y, en consecuencia, a la entrega de los pueblos de la amenaza de la guerra», citado porción James Douglass en JFK y lo indecible.
[14] «No dejo de pensar de los niños, no a mis hijos o las tuyas, pero los niños de todo el mundo.» «Este tratado es para todos nosotros. Es sobre todo para nuestros hijos y nuestros nietos, y ellos no tienen el vestíbulo aquí en Washington », citado porción James Douglass en JFK y lo indecible.
[15] «Estoy obsesionado por la sensación de que para 1970, a menos que tengamos éxito, puede haber diez potencias nucleares en lugar de cuatro, y en 1975, quince o veinte», citado porción James Douglass en JFK y lo indecible.
[16] «no debería haber ningún esfuerzo por parte del gobierno de los Estados Unidos para presionar a otras naciones [...] a seguir su ejemplo. El gobierno, en su postura pública, debe reflejar un tono de optimismo que otros países firmen o ratifiquen, si bien se desliga claramente de cualquier plan para presionar a estos países a que firmen o ratifiquen », citado porción Seymour Hersh en la Opción Sansón.
[17] «Si el presidente salió con la suya, no habría una guerra nuclear cada semana», citado porción Anthony Summers, en la arrogancia del poder.
[18] «No hay duda de que, con la adhesión de Lyndon Johnson, tendremos más oportunidad de acercarse al presidente directamente si debemos sentir que la política de EE.UU. va en contra de nuestros intereses vitales.»
[19] «los pioneros judíos que construyen una casa en el desierto.»
[20] «Quiero proteger la integridad territorial de Israel [...] y proporcionará el apoyo estadounidense más eficaz posible para preservar la paz y la libertad de su nación y de la zona».
[21] «[El objetivo] es romper la confianza de Occidente en el régimen existente [egipcio]. Las acciones deben causar detenciones, manifestaciones y expresiones de venganza. El origen israelí debe estar totalmente cubierto, mientras que la atención debe desplazarse a cualquier otro posible factor. El objetivo es evitar que la ayuda económica y militar de Occidente a Egipto », Sacred Terrorism citado porción Livia Rokach es de Israel, 1980.
[22] «quiere asustar a Occidente en apoyo a los objetivos de Israel», «plantea el terrorismo al nivel de un principio sagrado», Sacred Terrorism citado porción Livia Rokach es de Israel, 1980.
[23] «Estoy dispuesto a jurar sobre una pila de Biblias que sabíamos que conocían.»