"No he de callar por más que con el dedo, ya tocando la boca o ya la frente, silencio avises o amenaces miedo." Don Francisco de Quevedo.

BARRA DE BUSQUEDA

sábado, 30 de abril de 2011

LIBIA, SIRIA, RUSIA. LA CEGUEDAD DE USA FRENTE AL ORIENTE MEDIO: Por Toby Westerman.

Una nueva amenaza está surgiendo en el Cercano Oriente. Se trata del apoyo al terrorismo fundamentalista islámico, pero va mucho más allá de ello. La administración “Obama” de U.S.A. y la oligarquía en Washington que lleva los asuntos de política exterior, estiman que el régimen del presidente sirio, Bashar al-Assad, es un gobierno reformista. Contemplan esta región del medio oriente con ojos afectados de ceguera, tal como lo hace el resto del mundo. La Siria de Assad no sólo ayuda a los grupos terroristas, sino, también está a punto de proporcionar a Rusia el puerto del Mediterráneo oriental que su expansión militar  necesita.

Rusia y Siria son aliados desde la era soviética, cuando estaba en el gobierno el padre de Bashar, Hafez al-Assad. Incluso durante el período de la “nueva” Rusia, la relación entre los dos países era muy activa, dando al régimen de Assad una fortaleza que el Estado sirio no podría tener por sí mismo.

La presencia de Rusia en la zona podría plantear un desafío directo a la Sexta Flota de los EE.UU.

Mientras que Moscú tiene un largo camino por recorrer para que su ejército sea equiparable al de los Estados Unidos, Rusia, como China, están intentando mejorar rápidamente sus fuerzas armadas.

En parte, estos intentos se plasman  en  la base naval de Tartus, Siria. En la actualidad, sólo hay un centro de reparación y abastecimiento en Tartus, pero los informes de que disponemos  señalan que Rusia va a adaptar  la base para dar cabida a buques de guerra de gran tamaño. Estos informes, también indican que Moscú se dispone a abastecer a Siria con los  supersónicos misiles "Yakhont" anti cruceros, a los que Israel teme enfrentarse en su lucha contra Hezbolá.

El apoyo de Siria a lo largo de los años al terrorismo no parece haber causado alguna dificultad a Moscú.

Durante décadas, Damasco ha ayudado a los grupos terroristas Hamas y Hezbolá. Siria actúa como un conducto para las armas de la República Islámica del Irán a las guerrillas de Hamas, incluidos los misiles y proyectiles de mortero. Un avión de las líneas aéreas iraníes fue interceptado recientemente en Turquía y obligado a aterrizar. Los inspectores de Turquía  encontraron proyectiles de mortero de varios tamaños etiquetados como “repuestos de automóviles".

En reconocimiento por la ayuda de Siria, Hamas ha presionado a los manifestantes contra el gobierno para atemperar sus ataques contra el régimen de Assad, que es incondicionalmente anti-israelí.

Además de Hamas, el “reformista” régimen de Assad es un aliado importante del grupo terrorista Hezbolá.

No contentos con ayudar simplemente a los grupos terroristas, los sirios están intentando la construcción y mantenimiento de dos instalaciones nucleares. Una ha recibido los inspectores de la agencia nuclear “perro guardián” de la O.N.U., “Agencia Internacional de Energía Atómica" (O.I.E.A.), pero la otra sigue estando estrictamente fuera de control.

Además de sus aspiraciones nucleares, Siria ha mostrado su disposición a utilizar de armas químicas. En 2004, un equipo de armas químicas de Siria voló a Sudán a petición del gobierno islámico de Sudán, que había solicitado su ayuda para la supresión de una aldea  rebelde. Varios días después, decenas  cuerpos  “congelados” fueron recogidos por el ejército sudanés y enviados para su examen a un hospital de Jartum, la capital del país. Informes sobre el ataque y sobre los cuerpos “congelados” aparecieron en algunos medios de comunicación occidentales (pero apenas se informó de ello en los Estados Unidos). La descripción del estado de los  cuerpos muertos sugería que fueron muertos como  resultado de un ataque químico. Informaciones de este ataque pueden leerse en el libro “Terror, Mentira y Resurgimiento de un Nuevo Imperio Comunista”.

Ahora que los Estados Unidos se ven envueltos en una intensa intervención “humanitaria” en Libia surge la cuestión de por qué el gobierno de Obama no lanza también  un asalto contra el régimen de Assad, que también participó en la masacre de las manifestaciones de sus  propios ciudadanos (lo que no es una actividad inusual para el régimen sirio). La respuesta es clara, y no tiene nada que ver con sutilezas diplomáticas en  Oriente Próximo. La simple verdad es que Washington no quiere arriesgarse a entrar en conflicto con Moscú. Mientras el mundo se desentiende ante la perspectiva cada vez más cercana de un Irán armado con armas nucleares, Moscú está contribuyendo con su imprescindible ayuda al desarrollo iraní de energía atómica. Sin la ayuda de Moscú, no existiría esta amenaza a la paz y estabilidad mundial. Los mismos ojos afectados de ceguera ante los acontecimientos  del Cercano Oriente también lo están cuando ven pero no comprenden la realidad de los objetivos de la política exterior de la “nueva” Rusia. La oligarquía de la “nueva” Rusia, que oprime a su propia población, apoya cualquier dictadura anti-occidental y anti- Estados Unidos en el mundo. La verdad es que la administración de Obama –y otros organismos de la política exterior de Washington– no quiere reconocer las graves amenazas que penden sobre nosotros. Es mucho más fácil mirar a Oriente, como también a gran parte del mundo, con ojos cegados, que ven pero no comprenden. También es mucho más peligroso para el pueblo de los Estados Unidos.

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