"No he de callar por más que con el dedo, ya tocando la boca o ya la frente, silencio avises o amenaces miedo." Don Francisco de Quevedo.

BARRA DE BUSQUEDA

miércoles, 15 de mayo de 2013

APUNTES EN EL CUADERNO DE BITÁCORA: Las representaciones de la Santísima Trinidad...

El icono antiguo representa, en una primera visión, la visita de los tres ángeles a Abraham junto al encinar de Mambré (Génesis 18, 1-15). A través de esa escena del Antiguo Testamento se abre todo un campo de simbología teológica que nos conduce hasta Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.
El dogma de la Trinidad es básico y muy simple, todos lo sabemos, lo conocemos y lo repetimos en el Credo, sin embargo hay millares de páginas escritas sobre éste hermoso Misterio. [...] Dios se manifiesta de formas muy simples a los hombres, pero [...] [muchas veces] los teólogos tienen la costumbre de volver difícil lo que es simple. Convengamos que [...] el Misterio de la Trinidad es un tópico en el obscurantismo de los teólogos. Desde San Agustín hasta Garrigou muchos han intentado dar una acabada explicación sobre la Trinidad, la consubstancialidad, indivisibilidad e inconfundibilidad de las hipóstasis. Y es que el misterio de la Trinidad es incomprensible para la inteligencia humana, destruída tras la caída de los primeros padres.

Durante mil quinientos años, la única representación de Dios Padre era una mano que bajaba de las nubes. La pictórica humanista, en cambio dio inicio a las representaciones de Dios Padre como la de un anciano con cabellos blancos, representado muchas veces junto a Cristo, como un niño o un joven y finalmente, al Espíritu Santo como una Paloma. Estas tres imágenes representarían la Trinidad. Entre los orientales también surgió la idea de representar a la Trinidad, aún cuando la tradición de la Iglesia Oriental (desde sus orígenes) lo tenía prohibido. El ejemplo más claro es el del icono de Novgorod. Allí vemos a Dios Padre como un anciano, a Dios Hijo como un niño en el regazo de aquel y finalmente a Dios Espíritu Santo como una paloma entre las manos del Niño. El mismo icono se encuentra, occidentalizado en varias Iglesias Latinas, en algunas el Padre se muestra como un rey medieval y en otras ciñe la Corona Imperial. Siempre el Espíritu Santo aparece, o bien entre las manos del Niño, o bien sobre la cabeza del Padre.

Icono de Novgorod
¿Cuál es mi objeción? Estas representaciones de la Trinidad introducen en la temporalidad la naturaleza de Dios, por lo tanto destruyen la unión hipostática. ¿Por qué? Porque muestran una mudabilidad, una transformación y una diferencia entre los miembros de la Trinidad. Si el Padre es un anciano y el Hijo un niño, implica que uno fue anterior al otro, que uno fue creado y por lo tanto no tienen la misma naturaleza. ¿Acaso el Logos puede sufrir el accidente del tiempo? ¿Acaso no estamos obligados a creer que el Logos no fue creado, sino engendrado? En los primeros siglos se había propuesto a los catecúmenos la siguiente fórmula:

"[…] porque el Verbo se hizo carne [Ioh. 1, 14], no sufriendo cambio o transformando su divinidad en humanidad, sino juntando en una sola su santa perfección y divinidad; porque uno solo es el Señor Jesucristo y no dos; el mismo es Dios, el mismo es Señor, el mismo es rey; que padeció el mismo en su carne y resucitó y subió a los cielos en su mismo cuerpo, que se sentó gloriosamente a la diestra del Padre, que ha de venir con el mismo cuerpo, con gloria, a juzgar a los vivos y a los muertos; y su reino no tendrá fin; y creemos en el Espíritu Santo, el que habló en la Ley y anunció en los profetas y descendió sobre el Jordán, el que habla en los Apóstoles y habita en los Santos; y así creemos en Él, que es Espíritu Santo, Espíritu de Dios, Espíritu perfecto, Espíritu consolador, increado, que procede del Padre y recibe del Hijo y es creído."

El Dios Hijo por lo tanto no puede ser afectado por el tiempo. Dios no tiene principio ni fin, Él es el Principio y el Fin, el Alfa y la Omega. Una representación de la Trinidad que introduce el accidente del tiempo destruye la Eternidad de Dios, porque Dios es el creador de todo: de la materia, pero también del tiempo, antes de Dios no había nada, porque no había tampoco un antes, y la lógica de la Eternidad de Dios consiste, precisamente que para él, los conceptos de antes o después, de pasado o futuro son inaplicables, porque es Eterno. ¿Cómo es el Padre? Nadie lo sabe, Dios se manifestó hecho carne en el Hijo ¿Cómo es en la Eternidad? No se sabe. El Espíritu Santo tomó la forma de una paloma durante el Bautismo, representación de la Trinidad y de la Unión del Dios Trino. Pero también como lenguas de fuego durante el Pentecostés, se manifestó el Espíritu Santo. Como es el Espíritu Santo en la Eternidad no lo sabemos.

Si bien la Iglesia jamás ha prohibido las representaciones del Padre, considero que las mismas pueden, cuando introducen la cuestión de la temporalidad, generar confusión entre los fieles y por lo tanto, deberían evitarse.


Tomado del blog Sursum Corda: http://sursumcordablog.blogspot.com.ar/2012/11/las-representaciones-de-la-trinidad.html

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