El viaje.
Para el día 12 de agosto llegaban a las Canarias, siendo clave en el viaje ya que de haber partido más al norte se hubiera encontrado con vientos en contra que lo hubieran hecho fracasar, pero como partió a la altura de La Gomera, punto cercano al paralelo 28, se encontró con vientos favorables, mar tranquilo y la corriente ecuatorial de Cabo Verde. Parecía estar perfectamente informado del régimen de los vientos del Atlántico, ya que navegó al oeste con total seguridad, como si conociera el camino. Colón llevaba dos cuentas distintas, una en la que apuntaba la distancia realmente recorrida y otra en la que la reducía, siendo la última la que decía a los marineros.
Sin embargo, el no ver tierra prontamente inquietó a la tripulación y casi estalla un motín. Los inconformes pensaban “echarlo una noche al mar, si porfiaba pasar adelante”, pero la intervención de Martín Pinzón calmó lo ánimos, ya que exigió a la tripulación paciencia. Para el día 10 de octubre se vieron bandadas de pájaros y Colón optó por desviarse al sudoeste, siendo importante esta decisión, ya que de haber mantenido el mismo rumbo la misma corriente lo hubiera llevado posiblemente al centro de Atlántico.
Cerca de las dos de la madrugada del 12 de octubre, el vigía de la Pinta, Rodrigo de Triana (su nombre verdadero era Juan Rodríguez Bermejo) vio una playa arenosa y grito: “¡Tierra!”. Habían llegado a un islote de las islas Bahamas llamado Guanahaní (probablemente Watling) y rebautizado por Colón como San Salvador. Al tomar posesión de la isla vieron a los nativos, a quienes llamaron “indios” porque estaban seguros de haber llegado a algún rincón de la India. Convencido de que se encontraba en las innumerables islas de Asia se dirigió al sudoeste, descubriendo nuevas islas como Santa María de la Concepción (Cayo Rum), Fernandina, Isabela y Juana (Cuba).
La escasez de oro y los beneficios paupérrimos obtenidos en las tierras recién descubiertas provocaron insatisfacción en la tripulación, situación que empeoró con los problemas entre Colón y Martín Pinzón, hecho que provocó que en noviembre se separara con la Pinta sin el permiso de Colón, buscando ganancias.
El 5 de diciembre, debido a un cambio en los vientos, Colón llegó a Haití, pero él la llamó La Española (República Dominicana), donde encontró oro y una cultura más desarrollada. Sin embargo, debido a un descuido de un marinero la Santa María encalló el 25 de diciembre, y no se pudo reflotar de nuevo. Con los restos se construyó un fuerte en la costa, llamado Fuerte Navidad, y se dejó a 39 hombres al mando de Diego de Arana en lo que sería el primer asentamiento europeo en América, partiendo él en la Niña el 4 de enero de 1493 rumbo a España; dos días después la Pinta, que se creía perdida, se unió al viaje. Colón decidió tomar hacia el norte para encontrarse con los vientos del oeste, permitiéndole esto llegar a las Azores para el 12 de febrero, sin embargo, las naves tuvieron que separarse debido a una fuerte tormenta que las obligó a separarse, llevando a la Pinta a Bayona de Galicia y la Niña al puerto de Santa María, en Portugal. Es aquí donde se suscita una nueva interrogante: ¿de verdad fueron los vientos los que lo llevaron a Portugal o fue planeado?
Su regreso.
La visita a Portugal sigue generando polémica entre los historiadores ya que no hay una razón de peso para que se dirigiera a Lisboa, donde era muy seguro se entrevistaría con el rey Juan II quien con toda seguridad le preguntaría los detalles del viaje. ¿Fue una venganza por las veces que la Corona portuguesa rechazó sus planes? Pese a que Colón estuvo allí nueve días, no hay constancia de lo que platicó con el monarca. En Lisboa escribió Carta del Descubrimiento, donde narra su viaje, pero lo interesante es que no va dirigida a los Reyes Católicos sino a los funcionarios de la Corona aragonesa Luis de Santángel y Gabriel Sánchez. El escrito primero se publicó en Barcelona para después reimprimirse en Roma, Amberes, Florencia, París y Basilea, y así toda Europa supo del llamado Nuevo Mundo.
Después de visitar Lisboa, se dirigió a Palos, donde se encontraría con Martín Pinzón quien busco afanosamente ser recibido por los monarcas y contarles lo descubierto, sin embargo los reyes se negaron a recibirlo. Moriría poco tiempo después de una enfermedad desconocida en Europa: la sífilis. De Palos, Colón se fue a Sevilla, Córdova, Murcia, Valencia para finalmente llegar a Barcelona, donde se encontraban los soberanos, que se dieron por satisfechos por lo logrado por Colón y le confirmaron sus prerrogativas, además de recibirlo con todos los honores.
Al ver el resultado se comenzó a preparar el segundo viaje con la finalidad de colonizar y evangelizar las nuevas tierras, pero para ello los reyes necesitaban el aval del papa español Alejandro VI para confirmarles la posesión de las tierras, cosa que hizo, fijando los derechos de las tierras al oeste de una línea imaginaria trazada de norte a sur y situada a 100 leguas (entre 550 - 600 kms) de las islas Cabo Verde. Pero Portugal no estuvo conforme con eso, por ello, con el auspicio de Alejandro VII se firmó el 7 de junio de 1493 Tratado de Tordesillas, que consistía en un nuevo acuerdo que recorría la línea divisoria más al poniente llevándola a 370 (2060 kms aproximadamente) leguas de Cabo Verde. Por esta razón lo que hoy es Brasil fue colonia por portuguesa.
Segundo viaje (25 de septiembre de 1493 – 8 de junio de 1496).
La organización del viaje quedo a cargo de Juan Rodríguez de Fonseca, arcediano de Sevilla y quien posteriormente se convertiría en enemigo de Colón. Debido al éxito del primer viaje no costó trabajo encontrar voluntarios para el viaje, siendo la cantidad de 1300 hombres (algunos dicen que 1500) repartidos en 17 buques (12 naos y 5 carabelas), quienes partieron el 25 de septiembre de 1493 de Cádiz. Colón ahora decidió cambiar de rumbo con respecto al primer viaje y desde La Gomera escogió una ruta más al sur, lo que lo llevó a alcanzar la isla Deseada (Dominica) en sólo 21 días de haber salido de La Gomera, llegando el 3 de noviembre, representando un hallazgo de una ruta más corta.
Después de viajar por nuevas islas como Puerto Rico y Guadalupe, llegaron a La Española, encontrando el Fuerte Navidad destruido y la guarnición eliminada por los indígenas quienes acusaban a los españoles de raptar a las mujeres y atacar sus poblados en busca de oro. Colón entonces decide fundar el 6 de enero de 1494 la primera ciudad en América: La Isabela, al norte de lo que hoy es República Dominicana. Después de cortar de tajo algunas disensiones y demostrar que como gobernante era sumamente pésimo, tanto que se echó a prácticamente todos en contra, decide dejar en La Española a Pedro Margait y Alonso de Ojeda, y reanuda sus viajes de exploración regresando de nuevo a Cuba donde recorrió un laberinto de islotes a los que llamó Jardín de la Reina y que en un principio tomo como el archipiélago de las mil islas descrito por Marco Polo. Descubrió Jamaica, que creyó era el reino de Seba, bautizándolo con el nombre de Santiago, y también Martinica, Trinidad, San Juan Bautista (Puerto Rico) y una parte de la costa continental.
Regresando a La Española Colón se enfrentó a una sublevación de indígenas que se quejaban del maltrato recibido por los colonos, que al no adaptarse fácilmente se excedieron con los nativos. Sin embargo Colón no fue mejor y derrotó sin contemplaciones el levantamiento, que fue condenado por los reyes quienes rechazaban esa política de mano dura, agravando la relación entre ambas partes, tanto que ordenaron una investigación judicial y enviaron a un comisario real que lo conminó a regresar a España, siendo esta una de las dos razones por las cuales regresó, la otra fue el haber contraído una grave enfermedad. Zarpó en un buque construido en La Española llamado la India, que fue el primero montado en América que llegó a España.
Tomado de El Gueto de las Ideas: http://guetodeideas.blogspot.mx/2010/11/cristobal-colon-el-desconocido-4ta.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario