"No he de callar por más que con el dedo, ya tocando la boca o ya la frente, silencio avises o amenaces miedo." Don Francisco de Quevedo.

BARRA DE BUSQUEDA

viernes, 29 de marzo de 2013

EVANGELIUM: Lucam 22, 39-46.

Et egressus ibat secundum consuetudinem in montem Olivarum; secuti sunt autem illum et discipuli. Et cum pervenisset ad locum, dixit illis: “Orate, ne intretis in tentationem”. Et ipse avulsus est ab eis, quantum iactus est lapidis, et, positis genibus, orabat dicens: “Pater, si vis, transfer calicem istum a me; verumtamen non mea voluntas sed tua fiat”. Apparuit autem illi angelus de caelo confortans eum. Et factus in agonia prolixius orabat. Et factus est sudor eius sicut guttae sanguinis decurrentis in terram. Et cum surrexisset ab oratione et venisset ad discipulos, invenit eos dormientes prae tristitia et ait illis: “Quid dormitis? Surgite; orate, ne intretis in tentationem”.

(En seguida Jesús salió y fue como de costumbre al monte de los Olivos, seguido de sus discípulos. Cuando llegaron, les dijo: «Oren, para no caer en la tentación». Después se alejó de ellos, más o menos a la distancia de un tiro de piedra, y puesto de rodillas, oraba: «Padre, si quieres, aleja de mí este cáliz. Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya». Entonces se le apareció un ángel del cielo que lo reconfortaba. En medio de la angustia, él oraba más intensamente, y su sudor era como gotas de sangre que corrían hasta el suelo. Después de orar se levantó, fue hacia donde estaban sus discípulos y los encontró adormecidos por la tristeza. Jesús les dijo: «¿Por qué están durmiendo? Levántense y oren para no caer en la tentación».)

No hay comentarios:

Publicar un comentario